De medallitas y regalos

foto de Diario Palentino

Ayer tuvimos reunión de la Comisión de Política Municipal donde uno de los puntos que añadí era que iba a renunciar a la medallita que el Ayuntamiento de Palencia ha encargado hacer en una joyería de Palencia. La medallita en cuestión tiene un valor de 300 Euros, lo cual multiplicado por 25 implica un gasto de 7500 Euros. Queremos ser austeros, pues recortemos de los gastos que sean innecesarios.

La austeridad no es una valor para las épocas de crisis, es una forma de entender la vida, es algo que en política tendría que estar presente siempre al tener que tratar con lo colectivo, con lo público. El ser por encima del tener, uno puede ser concejal sin tener que aceptar la medallita. De hecho, en breve me dirigiré al Ayuntamiento para comunicar mi renuncia a la medalla encargada, me parece un gasto prescindible e innecesario. Igualmente anuncio que seguiré con la misma dinámica de mi antecesora, Rocío Blanco, de renunciar a las invitaciones que el Ayuntamiento otorga de manera gratuita a quienes son concejales y acompañantes para renunciar a unos derechos que consideramos injustos. Creemos que el hecho de ser concejal no determina el nivel de ingresos de la persona y que si alguien tiene que recibir invitaciones para espectáculos culturales, representaciones o cualesquiera actos, sería quien tenga problemas económicos para acceder a ese tipo de eventos. Porque la cultura tendría que plantearse como un requisito imprescindible para la ciudadanía y lo económico nunca ser un impedimento para el acceso a la misma.

Como figura en el Compromiso ético del cargo público que firmé, en su punto tres: “la prohibición para percibir obsequios o invitaciones personales  a los cargos públicos”. Considero que este es un obsequio excesivamente valioso ya que sería la joya de más valor que tendría en casa, cumplo con mi compromiso de no aceptar obsequios y lo anuncio públicamente.

La política, desde mi perspectiva, tendría que dar ejemplo, no estamos en ella para lucrarnos personalmente (mis tres meses de excedencia sin remuneración dan fe de ello) y hemos de intentar dar ejemplo a una ciudadanía cansada de este tipo de actuaciones.