LA
CARTA DE UN MÉDICO AL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA (este documento circula por las redes sociales, en estos días)
Estas palabras tal vez debieron haber sido escritas hace algún tiempo atrás, pero hoy es el día elegido.
Flaco favor hicieron en el mundo del cine cuando estigmatizaron erróneamente a la enfermería, con ese papel secundario a las órdenes de un médico, tal vez reflejo de un tiempo que espero quede anclado en el pasado, tampoco ayudaron quienes la convirtieron en una sensual fantasía, confeccionando un sueño erótico a medida, disfrazado equivocadamente de estrella siempre invitada de alguna despedida de soltero.
Ya se fueron multitud de atardeceres y el mundo cambió al igual que vuestro nombre, practicantes, A.T.S., D.U.E. y últimamente Europa os bautiza con el Graduado en Enfermería.
Cayeron ya algunos muros pero todavía hay quien se sorprende de ver algún enfermero en una profesión popularmente feminizada, un pensamiento que comparte ADN con los que masculinizan la profesión médica.
Recuerdo algún residente de primer año con aires de catedrático, vestido con una corbata mental obsoleta, decepcionado en su primer día de guardia al comprobar sorprendido que aquellos tiempos que soñó ya desaparecieron.
En mi particular historia, creo que en Urgencias del Hospital Virgen de la Arrixaca (Murcia) me ayudaron más que yo a ellos, anhelo mis noches por Traumatología donde me iluminaban una radiografía o sutilmente me aconsejaban un tratamiento. En la Puerta de Urgencias de Pediatría y Ginecología no se quedaban atrás, su experiencia me regalaba la seguridad que necesitaba en esas eternas horas. En el estrés de las camas, aprendí a escuchar sus sugerencias, manía que siempre me acompaña. Cualquier comienzo cuesta, pero junto a estos profesionales todo se hizo más sencillo.
Quiero agradeceros por la excelente labor que realizáis, una profesionalidad envidiada fuera de nuestras fronteras, pieza fundamental en el puzle de la atención sanitaria, cuidáis en primera línea de los pacientes, sois por historia auténticos motores para la promoción y prevención en salud, docentes cercanos y cada vez más presentes en el campo de la gestión e investigación.
Contemplo perplejo como se empeñan en que necesitáis formaros unas largas horas para prescribir algo que de sobra conocéis.
Actualmente trabajo en Urgencias Extrahospitalarias, cuando estamos en la calle sólo nos tenemos a nosotros, un equipo, una familia. Vosotros sois capaces de hacerme mejor o peor médico. He compartido noches con diferentes profesionales de enfermería, mujeres, hombres, jóvenes, mayores, ilusionados o apáticos, y he de decir que siempre aprendí algo de ellos, siempre me ayudaron a seguir creciendo.
Suelo afirmar que quien me acompaña es sin duda alguna mi mejor compañer@, en mi presente esta frase no puede ser más acertada.
Gracias por vuestra compañía, confidencia y responsabilidad.
No imagino una guardia sin fonendo ni una Medicina sin vosotros.
Gracias.