Al principio era viajar por viajar; ahora, necesitas viajar, porque necesitas conectar con pueblos y ciudades sorprendentes. La emoción de conocer lugares nuevos, saborear platos distintos, escudriñar edificios y calles buscando historias que desconocías y que ponen esa pizca de emoción en tu vida, con el aliciente de trasmitir después la experiencia a tus lectores. Con Juantxu recorrí La Rioja, Cantabria, Asturias y el País Vasco, hasta que decidió dejar su Meñaka natal para instalarse en Boiro (A Coruña). Su vida laboral transcurrió en grandes barcos y aquí ha ido haciendo su asiento en los últimos años. Resignado ante su marcha, decidí aprovechar esta coyuntura para recorrer lugares, conocer historias de esta comunidad y visitar pueblos, monasterios, castillos, puentes y un extenso y rico patrimonio.
Cerca de Ribadeo, a 30 Kms, se encuentra Mondoñedo, que fue capital de una de las siete provincias históricas gallegas hasta 1833, patria de Álvaro Cunqueiro, maestro de la narrativa fantástica. Pese a su poder en otro tiempo, la pérdida de población ha sido un goteo constante. Como sucedió en Ribadeo, después de contemplar la imponente catedral, en cuyo interior se localiza el museo fundado en 1969, Juantxu se hace el longuis y se niega a dar un paseo por el pueblo. Ya sabe que yo no lo perdono. Pide una cerveza y se sienta en la terraza, para seguir contemplando la "catedral arrodillada", nombre con el que se la conoce, el templo madre de todas las iglesias de la diócesis. Como tardarán un par de horas en abrir algunos de los lugares que llevaba anotados en mi agenda, y tenemos que seguir viaje, decido hacer un recorrido por sus calles. Casas con tejados de losa donde se arman esos típicos picos de piedra o " ameas " para protegerse contra el viento. Hay un constante trasiego de peregrinos que hacen una parada en esta ciudad. Camilo José Cela, en su libro de viajes "Del Miño al Bidasoa" ya hace mención del caminante que va reflejando sus opiniones al pasar por Mondoñedo. Sirva nuestro ejemplo para corroborarlo.
El segundo fin de semana de agosto los mindonienses nos invitan a conocer su Mercado Medieval, una de las fiestas más esperadas.