En esta semana que va tocando a su fin, ni hemos visto el fin del mundo anunciado (a pesar de los hechos, y aunque hay quien vaticinaba que tal evento tendría lugar mañana debido a un error de cálculo) ni somos un ápice más ricos, pero la espera ha merecido la pena. Dos meses después del encuentro en Lleida y tras contemplar durante todo este tiempo hasta última hora la siguiente pantalla de presentación, este pasado jueves, 20 de diciembre, ha visto la luz PediaTIC.com, el proyecto con el que sus promotores quieren dar continuidad a la dinámica surgida en torno al encuentro.
Y es que, como afirma Xabier Allué, el encuentro PediaTIC marca un antes y un después en las interacciones de padres, educadores y pediatras. PediaTIC.com es, pues, la secuela natural, un espacio multiautor tipo newsmagazine, que pretende seguir reuniendo a autores/as situad@s en alguno de los círculos en torno a la infancia. Un espacio donde las nuevas tecnologías dejan de ser meras TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para erigirse en verdaderas TEP (Tecnologías del Empoderamiento y la Participación), un espacio donde, estoy seguro, la solidaridad habrá de tener cabida a modo de eje transversal que atraviese los ejes troncales de crianza, salud y educación.
Pero el mismo 20 de diciembre se celebraba también un aniversario tan redondo como significativo para mí, aparentemente inconexo con el mundo de la infancia: el 20 aniversario del nacimiento del Movimiento por el diálogo y el acuerdo Elkarri. Estoy seguro que no habría llegado a este punto en mi vida profesional y como bloguero de no haber sido por muchas experiencias vividas desde la adolescencia, e integradas en todos los ámbitos de mi vida como valores fundantes: trabajar por el diálogo entre diferentes como mejor vía de solución de cualquier diferencia; priorizar lo que nos une en lugar de enzarzarnos en lo que nos separa; la creencia de que es posible un futuro mejor no sólo para generaciones posteriores, sino también para las generaciones que nos han precedido y que no habían tenido ocasión de conocer una realidad de paz… muchas horas de un trabajo voluntario y colectivo durante 13-14 años, con la firme esperanza de que un futuro mejor y en paz era posible, esperanza mantenida con insistencia también en los momentos en que más lejajos parecíamos encontrarnos de ese rumbo.
Me quedo con la reflexión final de fuera coordinador de dicho movimiento social y escuela de vida, Jonan Fernández, con motivo de dicho aniversario:
Elkarri sólo logró ser una influencia. Mi más ni menos que eso. Una influencia social y política fundamentalmente positiva para la paz y para nuestra sociedad. Con el paso del tiempo he aprendido que esta es la más alta expectativa a la que se puede aspirar: conseguir ser una buena influencia.
El punto de inflexión que supuso su disolución y transformación en 2006, vino a coincidir también con un punto de inflexión en lo personal que me ha traído hasta aquí. Mucho ha tenido también que ver en ello quien ha sido su sucesor, Paul Ríos, en este devenir personal y de compromiso social. Me quedo con la emoción contenida al ver la galería de imágenes de tantos años que nos deja en su blog…
Sirvan estas líneas como sentido homenaje a la labor que uno y otro llevan años realizando, reflejo y símbolo de la labor de miles de mujeres y hombres anónimos.
Quizás uno y otro puntos de inflexión sean simplemente señales de que ha llegado el fin del mundo que conocemos…