Así es. Siento ser tan desagradable, pero a veces hay que decir verdades incómodas.
En cualquier caso, voy a matizarlo:
- De nada te sirve el tráfico a tu web si lo que quieres es generar ingresos con ella.
- Y concretamente de nada te sirve el tráfico a tu web si lo que quieres es generar ingresos con ella DISTINTOS a los de publicidad.
Como no sé si me estoy explicando, lo voy a decir de otra forma:
Un sitio web (blog o lo que sea) puede tener muy diversas finalidades. Algunas económicas y otras no.
Lo primero a determinar en tu sitio web es qué quieres conseguir con él.
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Hay personas que lo que pretenden con un sitio de este tipo es ganar dinero y otras que persiguen otros fines: divulgar simplemente algo por placer, comunicar altruistamente lo que saben, ejercer un tipo de ocio determinado, etc.
- Para estas últimas personas el tener tráfico (o el tener más tráfico) SÍ les sirve a sus fines. Cuantas más personas visiten su web, más personas recibirán su mensaje. Su finalidad está cumplida.
- Pero si lo que queremos es generar ingresos, ahí la cosa cambia. Y mucho.
Con el dinero hemos topado
Porque para generar ingresos hace falta algo más que visitas.
Y sigamos matizando:
Los ingresos en un sitio web pueden provenir de varias fuentes. Haremos dos grandes bloques: ingresos por publicidad y otros.
- Los primeros son los que abona Google u otras empresas por insertar anuncios de PPC, banners u otras modalidades. Para que resulten en cuantía que merezca la pena SÍ debes tener muchas visitas a tu sitio web. Es más, debes tener una animalada de visitas, una brutalidad, porque si no, no merece la pena. Una simple persona, sin los conocimientos adecuados y/o sin la inversión de dinero suficiente, es difícil que pueda conseguirlo. O te conviertes en un experto del micro nicho o poco tienes que hacer.
- Los segundos (los otros) son los que pretenden generar la mayoría de personas. Son los ingresos provenientes de la venta de servicios y la venta de infoproductos (propios o de afiliación).
En este último caso, las visitas NO te sirven de casi nada, porque una persona no suele contratarte o comprarte algo el día que te visita por primera vez.
Y lo peor es que hay un pequeñísimo porcentaje de personas que te visita por primera vez y vuelve a hacerlo la segunda. Te visita, te ve, se va y nunca vuelve. Ohhh… de qué poco ha valido la visita. Acabas de descubrir que la gente no se vuelve loca por ti. Se siente!
¿Qué hacer entonces? ¿Tiene esto salida, solución? ¿Hay alguna estrategia? ¿Existe vida más allá de las visitas?
Por supuesto, of course, siempre hay una solución.
Con eso ya cambia la cosa, ya que el visitante se convierte en suscriptor.
- Al suscriptor le puedes informar de lo que vayas escribiendo en el blog, con lo cual incrementas las posibilidades de que se sienta atraído y vuelva. Tiene un motivo para volver, ya que le estás diciendo lo que hay, lo que has hecho, lo que has escrito. Si no se lo dices, el visitante primerizo andará distraído en otros sitios y es bastante difícil que regrese ya que, a la vuelta de la esquina, suele haber alguien más guap@ que tú. Nuevamente se siente.
- Además, a un suscriptor le puedes informar de otras cosas: eventos que haya por ahí, noticias que te hayas enterado, curiosidades que te han ocurrido, cosas que estés haciendo, etc.
- El suscriptor te puede preguntar una duda o una opinión a vuelta de correo. Y tú puedes contestarle. Y todo puede fluir amigablemente.
¿Qué significa todo ello? Que con el suscriptor (no con el visitante) puedes mantener una magnífica relación que os lleve a permanecer en contacto.
Y eso, a la larga, ¿en qué se manifiesta? En que esa persona está mucho más predispuesta que el mero visitante a contratar tus servicios o comprar tu infoproducto.
¿Por qué? Porque te conoce, te lee, te visita, sabe de ti, te pregunta dudas…Ha llegado casi a intimar contigo. Y confía en ti.
¿A quién le comprarías algo: a quien no conoces o a quien conoces, te ayuda, y te cae bien? Pues ya está: es blanco y en botella. No hace falta ser muy inteligente.
Cuando tienes un trato personal con alguien, aunque sea por e mail, la cosa cambia
A mí me encanta emplearme en ser encantador con la gente. No es que me fuerce en hacerlo o aparentarlo, es que me encanta conectar con esa faceta de mí en la que soy encantador y mostrarle esa faz al mundo.
Todos tenemos esa faz, esa faceta y todos somos encantadores. Otra cosa es que queramos mostrar esa imagen… o la otra, la oscura, la que también todos tenemos. Puede ser un precioso ejercicio de autosuperación)
En resumidas cuentas, y para no irnos mucho, te dejo las claves:
Si te alegras y emocionas cuando tienes visitas, y lo que quieres es generar ingresos, quizá no tengas tantos motivos para alegrarte.
Tu objetivo es atraer visitantes del ciber espacio para convertirlos en suscriptores. Si no los conviertes, no estás haciendo nada.
Tu misión: atraer visitantes que se conviertan en suscriptores y enamorarlos
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Repito que esto es para generar ingresos. Si lo que quieres es divertirte o pasar el rato, todo está perfecto.
Lo más importante que puedes hacer en tu sitio web es atraer y constituir una comunidad, un grupo, una tribu de personas que piensen como tú y quieran aprender de ti, vibrando con lo que tú dices.
Y una buena manera de constituir y mantener esa comunidad es a través del e mail marketing.
El e mail marketing es una manera de mantener relaciones amorosas a través del correo electrónico
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(Todo esto tiene mucho que ver con el embudo de ventas del que hablamos en el curso de infoproductos)
En definitiva, convierte lectores en suscriptores, escríbeles, háblales de ti y de lo que haces, escúchales, ayúdales, y cuando tengas algo interesante que ofrecerles (tuyo o de afiliación), ¡hazlo! porque la gente quiere cosas que les ayude en sus vidas y además quiere comprárselas a quien sabe de lo que habla y a quien le cae bien.
¿Por casualidad no serás tú esa persona maravillosa de la que hablamos?
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