Revista Decoración
En una fábrica abandonada en Róterdam el estudio de arquitectura Jvantspijker ha convertido una de sus naves centrales en su nueva oficina. Un espacio alucinante que demuestra cómo este tipo de espacios dan mucho juego a la hora de darle diversos usos; de hecho, desde su renovación, ha sido elegida por diseñadores, empresas de software y pequeñas startups vanguardistas para establecer allí sus sedes: "La idea central fue respetar el edificio y aprovechar al máximo el espacio disponible y la altura de los techos. Para ello, diseñaron un híbrido entre mueble, espacio de almacenaje, pequeño jardín y estancia, de vidrio y madera, que multiplica los metros cuadrados y da privacidad a la sala de reuniones". ¡Sencillamente genial este módulo central de dos alturas! "La parte más próxima a la pared, elaborada en contrachapado, aloja una pared con percheros para que los trabajadores puedan dejar sus cosas, y los armarios de la cocina y la despensa bajo una escalera que da acceso a la tercera parte: un pequeño jardín interior para desconectar durante las largas jornadas de trabajo". Porque tomarse un café y relajarse un rato es mucho más agradable si lo haces rodeado de luz natural y plantas. Y si por el día es bonita, ¡por la noche es espectacular! Mirad qué juego de luces y colores al caer la noche...
¿Te gustaría trabajar en un sitio así?
¡A nosotras siiiiiii!
¡Hasta mañana!
três
Vía
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