Revista Cultura y Ocio

De niño bien a asesino, José María “Jarabo”

Publicado el 06 febrero 2014 por Crónica De La España Negra @lacronicanegra

2El allanamiento de morada es un delito cuya comisión viene determinada por el hecho de entrar en el domicilio, o local de una persona sin su consentimiento o permanecer en él contra su voluntad.

No sé si soy un psicópata o no. Ni me importa. Lo único que sé es que soy el autor de cuatro muertes: dos quizás un poco más justificadas, aunque, en realidad, ninguna puede serlo
Jarabo, durante su juicio

Fotos de Jarabo conservadas en los archivos policiales

Fotos de Jarabo conservadas en los archivos policiales

Jarabo fue el pelotazo de “El Caso”, diario al que rendimos homenaje, no podía faltar un artículo sobre este personaje que, a pesar de nacer entre algodones terminó como un criminal más.

José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, más conocido como José María “Jarabo“, nació en Madrid en 1923 como hemos dicho en el seno de una familia adinerada, con lo cual fue a los mejores colegios, era sobrino del entonces presidente del Tribunal Supremo, Francisco Ruiz Jarabo.

Acababa de cumplir 17 años en 1940, cuando su familia se trasladó a Puerto Rico.

Dejó los estudios y llevaba una vida de holgazán al amparo de su madre.

A los 20 años se casó con una rica heredera, poco tardaron en divorciarse, fue entonces cuando se fue a New York y lo condenaron por tráfico de drogas y pornografía, pasó 4 años en la cárcel.

El 20 de mayo de 1950 regresó a Madrid y no tardó en ser el rey de la noche, su tren de vida era tal, que los 10 millones que le dió su madre para instalarse los despilfarró en 2 años. El alcohol era su perdición, lo volvía agresivo.

Beryl Martin Jones llegó en 1957, era una inglesa casada con un francés que dejó en Lion para pensar sobre su matrimonio pero se enamoró de Jarabo y se hicieron amantes.

El dinero se acababa, Jarabo esperaba un cargamento de cocaína puesto que las 7.50 ptas. mensuales que recibía de su madre no llegaban al nivel de vida que acostumbraba llevar, así que empeñaron ambos amantes una sortija.

Así empezaría su camino al cadalso, al querer recuperar esa joya para su legítima dueña, los dueños de la casa de empeños le ponian todo tipo de escusas para no entregársela y por ello, estos acabaron muriendo, en su domicilio junto a la criada a punta de pistola y a sangre fria.

De niño bien a asesino, José María “Jarabo”

La casa de empeños se llamaba “Jusfer” y los dueños del negocio eran Emilio Fernández Díaz y Félix López Robledo.

El 18 de julio Jarabo, quedó en ir a la casa de empeños, salió con tiempo más que suficiente de la pensión Escosura (los días de los hoteles de lujo se habían acabado), y en la Puerta del Sol conoció a una mujer, que se llamaba Charito y con la que estuvo hasta que dieron las nueve de la noche. Nunca pensó en acudir a la cita en la tienda de Sainz de Baranda; su idea era ir directamente a casa de Emilio, que vivía a la vuelta, en Lope de Rueda.

Antes de las 10 de la noche, se presentó en casa de Emilio, Jarabo tenía preparado lo que haría, iba armado, llamó a la puerta con los nudillos de la mano para no dejar huellas, le abrió la puerta Paulina, la criada, Emilio se enfadó al verle y Jarabo hizo ademán de marcharse, éste cayó en la trampa y creyéndolo fuera de su domicilio se fue al baño, donde murió de un disparo, Paulina estaba en la cocina y comenzó a gritar, pero Jarabo se abalanzó y le asestó una puñalada en el corazón con un cuchillo de cocina.

Acto seguido llegó la mujer de Emilio, Amparo a quien distrajo con su arte de seductor haciéndose pasar por un inspector de hacienda. Cuando esta descubrió los cadáveres, Jarabo le disparó a quemarropa. Se cambió de camisa y decidió pasar la noche en el piso, el coñac y la cocaína le ayudaron a pasar el tiempo.

El domingo estuvo durmiendo en la pensión donde se hospedaba, al día siguiente acudió a Juster y abrió la tienda con las llaves de Emilio.

Cuando Felix entró para disponerse a abrir la tienda recibió dos tiros en la nuca, al no hallar las llaves de la caja fuerte no recuperó el anillo.

El 29 de enero de 1959 se inició en el Palacio de Justicia de Madrid el juicio. La sala se llenó de famosos y conocidos, artistas como Zori o Sara Montiel, algún torero e incluso esposas de altos funcionarios, hambrientos del morbo de una causa célebre, la más importante de la década. Durante los cinco días que duró el juicio, Jarabo estrenó traje cada día, hecho un dandy.

Jarabo fue condenado a muerte cuando tenía 37 años.

De niño bien a asesino, José María “Jarabo”


Jarabo murió con las vértebras del cuello descoyuntadas por la quinta vuelta de tuerca del último garrote vil que se utilizó en España.(Según la historia del crimen) Está enterrado en el madrileño cementerio de la Almudena.
Tumba de Jarabo

Tumba de Jarabo



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