Dominique Strauss-Kahn, director gerente, en Washington, del Fondo Monetario Internacional (FMI), pasa de Sofitel, un lujoso hotel de Maniatan, en la que se aloja en una suite de 3.000 dólares), a una celda de la cárcel de Rikers Island, donde se aloja gratis en una celda, y de ésta pasa la libertad con arresto domiciliario y un localizador electrónico, a cambio de una fianza de un millón de dólares. No le sirvió de nada haber alcanzado un importante puesto de responsabilidad ni contar con el apoyo de la izquierda francesa que lo veía como la gran estrella de la carrera electoral. Curiosamente, a finales de abril, el diario “Liberation” reconocía que sus puntos débiles eran el “dinero”, “las mujeres” y la “judeidad”. Casado con Anne Sinclair, ex periodista millonaria con ansia de poder, Strauss-Kahn había conseguido el respaldo del sector empresarial y contaba con el respaldo del Partido Socialista que pensaba presentarlo como candidato a las próximas elecciones presidenciales. El primer escándalo estalló entonces, cuando fue fotografiado en un Porsche Panamera de 100.000 euros de uno de sus asesores. Se dice que habría adquirido, gracias a la familia real marroquí, un lujoso riad en la medina de Marrakech, pisos de lujo en los barrios más exclusivos de París y que estaba amenazado por la posible resurrección de sus nexos con el “caso Elf”, de corrupción y compra de armas, que salpica, desde hace tres décadas, al conjunto de la clase política, a importantes empresarios y a buena parte del alto funcionariado. Strauss-Kahn siempre se había jactado de ser un “gran seductor con las mujeres”. En 2008 se le descubrió una relación íntima con una de sus subordinadas en el FMI, la economista húngara Piroska Nagy. El asunto se saldó cuando pidió perdón públicamente a su esposa y también al FMI por el daño causado a la imagen de la institución. Pero los rumores que corrían por París no eran tanto los de un seductor divertido como los de un personaje algo obseso, altanero y capaz de seducir a cualquier mujer a su alcance que esbozara una sonrisa. “Libération” rescataba esta semana la entrevista, realizada durante una estancia de Strauss-Kahn en París cuando, desde lo alto de su poltrona de director gerente del FMI en Washington, decía que Francia, “vista desde aquí, es pequeña y está lejos”. Y afirmaba que se temía “uno de los golpes bajos de Claude Guéant”, actual ministro de Interior.
“¡Bonito culo!”, Dominique Strauss-Kahn, a una de las azafatas del avión en el que tenía previsto viajar a París poco antes de su detención, según relata el diario galo “Le Point”. “Quel beau c..l!”, transcribe ese medio. Un piropo lanzado en voz alta y delante de otros miembros del personal de vuelo que fue “la última frase” pronunciada por el dirigente antes de que dos policías entraran en el avión para detenerle. Los dos agentes, según el relato de la detención, le “invitaron” a abandonar su asiento en la clase Business, al parecer con la intención de decirle “algo confidencial”. Strauss-Kahn les siguió sin reticencia aparente. DSK había avisado a la tripulación de que necesitaba recuperar su teléfono móvil, olvidado en la habitación del hotel en el que se alojaba en Nueva York, y el comandante le había advertido de que si el teléfono no llegaba en los siguientes minutos no iba a poder retener más tiempo el avión. Esa fue la razón por la que supuestamente a nadie le extrañó la llegada de la pareja de policías preguntando por el director gerente del FMI. Un incidente podría sin embargo haberles hecho pensar que sucedía algo extraño: minutos antes de que DSK, tal y como se le conoce en Francia, fuera sacado del avión, se cortó la cobertura de todos los teléfonos móviles, lo que, según la hipótesis de “Le Point”, se provocó para evitar que alguien le avisara de su inminente detención.
La Fiscalía de Nueva York imputó formalmente al director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) por un acto sexual criminal, intento de violación y detención ilegal. Strauss-Kahn fue detenido en el aeropuerto internacional JFK, tras ser denunciado por una empleada del hotel Sofitel en el que se alojaba, “por haberla agredido sexualmente”. El abogado defensor de Strauss-Kahn, Benjamin Brafman, asegura que su representado se declara no culpable de todos los cargos. Anne Sinclair, mujer del director gerente del FMI, salió en defensa de su marido y aseguró que no se creía “ni un solo segundo” las acusaciones. Strauss-Kahn emitió un comunicado en el que decía que se mantenía “plenamente operacional” a pesar de la acusación y que no haría “ningún comentario” sobre el caso. El Departamento de Policía de Nueva York descubrió que Strauss-Kahn había abandonado el hotel, dejándose el teléfono móvil en la habitación. Según la mujer firmante de la denuncia, camarera de 32 años que trabajaba en el hotel, había entrado en la suite 2806, de 3.000 dólares (en la que Strauss-Kahn sólo pagaba 500) pensando que ya no había nadie. Pero alguien “salió del baño desnudo, me empujó a una habitación de la suite y comenzó a abusar sexualmente de mí”. Consiguió zafarse pero el huésped le agarró de nuevo y la llevó “al baño, donde cometió un abuso sexual y luego intentó encerrarme en la habitación”.
Sarkozy con Strauss-Kaahn.
En Francia, Dominique Strauss-Kahn era el principal aspirante del Partido Socialista en la lucha por la presidencia en 2012. De hecho, ya había empezado una campaña de denuncia sobre el excéntrico estilo de vida del presidente Nicolas Sarkozy. Strauss-Kahn, que había sido anteriormente miembro de la Asamblea Nacional francesa, profesor de Economía en el Instituto de Estudios Políticos de París y ministro de Finanzas en el gobierno de Lionel Jospin, fue derrotado por Segolène Royal en las primarias socialistas. En noviembre de 2007, asumió su cargo al frente del FMI por un mandato de cinco años. Ganó talla internacional y prestigio dentro de Francia, como jefe de una de las instituciones internacionales con sede en Washington que más protagonismo tiene en el manejo de la economía mundial. El director del FMI aparecía siempre en todos los sondeos como campeón y aspiraba al reto de derrotar a Sarkozy en las elecciones presidenciales. Según “Le Parisien”, figuraba como el preferido de los simpatizantes socialistas, el mejor colocado para ganar las primarias, a celebrarse en otoño. Según “Le Journal du dimanche”, era el preferido de los franceses, el líder político con más posibilidades de convertirse en presidente de la República francesa dentro de un año. Sarkozy sabía que él era su más peligroso enemigo y no respiró profundamente hasta que le vio retratado en un periódico americano con las manos esposadas, saliendo de una comisaría de Harlem. Aunque ello no suponía la decapitación del PS, algunos analistas no dudaron en asegurar que “el principal beneficiario (...) se llama Nicolas Sarkozy”. Pero, el Gobierno galo guardó un hermético silencio en torno al caso. François Hollande, ex primer secretario del Partido Socialista y candidato declarado, ganó posiciones con el incidente. La socialista Michelle Sabban, muy cercana a Strauss-Kahn, asegura que esta “es una nueva forma de atentado político”, y que esto sólo apunta a las “altas finanzas internacionales”, ya que Strauss-Kahn tenía pendiente las ayudas a Grecia y un plan para consolidar la revolución de Túnez.
Strauss-Kahn es conducido a la cárcel.
En tres días, Dominique Strauss-Kahn pasó de descansar en una cama de acolchado adicional de plumas, bajo un edredón hipoalergénico y entre sábanas de 300 hilos a dar cabezadas en una comisaría, apoyado entre dos sillas, y acabó recluido en una celda de tres metros de ancho por cuatro de largo. “La prisión de Rikers Island está atestada y la comida es terrible. Una de las cosas más peligrosas es que los famosos que son detenidos se conviertan en un objetivo del resto de reclusos”, cuenta a Reuters el abogado Gerald Lefcourt, conocido por defender a delincuentes con mala reputación. Para evitar que el director del Fondo Monetario Internacional se convierta en un trofeo para el resto de reclusos, es internado en el ala oeste de la prisión. Una zona diseñada para aislar individualmente a los presos con enfermedades contagiosas. “No se trata de aislarle del contacto humano; se trata de evitar que sea atacado por su condición de personaje conocido”, dice un portavoz del Departamento de Prisiones de Nueva York. Cada vez que salga de su celda lo hará en compañía de un guardia. El veterano político francés se levanta a las 6 de la mañana y las luces de su habitación se apagan a las 11 de la noche. Podrá vestir en el penal con su propia ropa, se le permitirá llevar libros a su cubículo y leer la prensa diaria. Probablemente su celda sea una de las agraciadas con una televisión. Se trata de medidas destinadas a evitar la tensión de unos 11.000 reclusos que en su mayoría están a la espera de juicio.
Muy pronto la imagen de un hombre cansado, con una barba de dos días, sentado en un tribunal de Nueva York mientras escucha como deberá pasar los cinco próximos días en la prisión de la isla de Rikers, son publicadas en todos los diarios del mundo, añadidas a las del día anterior, saliendo de una comisaría de Harlem en la noche del domingo, esposado, entre dos policías, con la chaqueta mal puesta y la mirada tensa, de camino a un hospital para ser sometido a un examen médico. Melissa Jackson, la jueza de Nueva York que instruye el caso le deniega su libertad bajo fianza y fija para el viernes su próxima comparecencia ante un gran jurado de 23 personas, ciudadanos ordinarios, que decidirá si los cargos que pesan sobre él merecen un juicio. Benjamin Brafman, el abogado del director de FMI, niega todos los cargos, pero no consigue convencer a la jueza que libere a su cliente, pese a ofrecer una fianza de un millón de dólares y garantizar que no saldría de Nueva York. “Si se marchara a Francia –advierte un asesor del fiscal, refiriéndose, sin mencionarlo, a Román Polanski– no tendríamos ningún mecanismo legal para garantizar su regreso a Estados Unidos”. Pesan sobre él siete cargos que acarrean una pena máxima de hasta74 años y tres meses de cárcel. En la acusación del fiscal, Cyrus Vance, se describe que “Strauss-Kahn cerró la puerta de la habitación de su hotel para evitar que su víctima, una empleada de la limpieza, pudiera escapar”, “tomó a su víctima por el pecho sin su consentimiento e intentó quitarle la ropa interior”, “manoseó su área vaginal” e “intentó dos veces llevar su pene a la boca de su víctima por la fuerza”. La presunta víctima, una mujer de 32 años que lleva tres trabajando en el hotel Sofitel, limpiando habitaciones, es una inmigrante de Ghana, que la gerencia describe como una buena empleada, lo suficientemente de confianza como para tener acceso al piso 28 del establecimiento, donde se encuentran las suites, entre ellas la del director de FMI. El domingo por la tarde, la mujer acude a la comisaría de Víctimas Especiales, encargada de los delitos sexuales. Y, en una ronda de reconocimiento, identifica a Strauss-Kahn como su agresor.
Para Slavador Sostres, Strauss-Kanh era una golosina para la camarera.
En cuanto salió la noticia, Salvador Sostres, el columnista del diario El Mundo y tertuliano de Telemadrid, quien publicara en su página web un artículo en el que trataba de disculpar la actitud del “Asesino de la webcam” y, en un programa de Telemadrid, utilizara un lenguaje vejatorio contra las mujeres, vuelve a incidir en su punto de vista. En la columna titulada “Algunas camareras”, Salvador Sostres da su particular visión de la detención de Dominique Strauss-Kahn y cree que fue “una golosina para la camarera”. Aunque reconoce que “podría ser que las acusaciones fueran ciertas”, Sostres prefiere pensar que, en realidad, el hasta ahora dirigente del Fondo Monetario Internacional fue la víctima y no al revés. “Cualquiera que haya viajado un poco y se haya hospedado en hoteles de lujo sabrá perfectamente que los hombres solos a los que se les presume cierto poder adquisitivo son como golosinas para algunas camareras”, asegura Sostres. Y, olvidándose por completo de su condición de personas, hace una ficticia clasificación de “camareras”. En su opinión, hay unas que “informan a la víctima del precio” y otras “que esperan a que el juego termine para informarte de que, si no pagas una determinada suma de dinero, te van a denunciar por violación”. A su juicio, sería igual de “cruel e injusto negar que cada vez hay más mujeres que se aprovechan de la lógica atención que la sociedad presta a este drama para enriquecerse o sacar cualquier tipo de provecho presentando denuncias falsas”.
Strauss-Kahn en el juzgado.
Cinco días después de ser detenido, Dominique Strauss-Kahn presenta la dimisión como director del Fondo Monetario Internacional (FMI), “A todos quiero decirles que niego con la mayor firmeza posible todas las alegaciones que se han hecho en mi contra”, reza la carta enviada por el ex jefe del Fondo, sucumbiendo con tristeza a la creciente presión internacional. Strauss Kahn explica que el motivo de su dimisión es el de “proteger a esta institución a la que he servido con honor y devoción, y especialmente quiero dedicar toda mi fuerza, todo mi tiempo y toda mi energía a probar mi inocencia”. Pero, descabalgado del FMI, es un cadáver político y sin opciones en las elecciones francesas. Durante casi sesenta años, el director gerente del FMI ha sido tradicionalmente un europeo. Strauss-Kahn es elegido en otoño del 2007, tras el español Rodrigo Rato y el alemán Horst Köhler, sin que llegara ninguno de ellos a agotar su mandato. Pero, tras conocerse el caso de Strauss-Kahn, los países emergentes empiezan a reclamar la presidencia para uno de sus candidatos. Los que más presión están haciendo son China, India, Brasil y Suráfrica.
Martine Aubry, primera secretaria del PS francés.
Según un sondeo realizado por CSA (Conseil Sondage Analyses), un 57% de los encuestados franceses considera que Dominique Strauss-Kahn ha sido víctima de un complot. Por contra, un 32% piensa que no ha sido así. El 29% cree que Sarkozy es el principal beneficiado, seguido de Marine Le Pen y François Hollande, ambos con un 16%y Martine Aubry con un 10%. Los franceses no prestarían atención alguna a los indicios que acumula la Fiscalía de Nueva York y que han llevado a mantener a DSK en la cárcel. Según el CSA, el actual presidente Nicolas Sarkozy está seguro ahora, con DSK fuera de juego, de pasar a la segunda vuelta presidencial, frente a la ultra Marine Le Pen o frente a un candidato socialista. François Hollande, ex primer secretario del PS que políticamente se sitúa en el mismo espectro que DSK, es el político que, ante la descalificación de su rival, sale más beneficiado. Hollande está seguro de que puede obtener la nominación del PS y ser el candidato que derrote, en 2012, a Nicolas Sarkozy. Pero, según el diario “Libération”, la actual primera secretaria, Martine Aubry, pese a ser representante de un socialismo a menudo juzgado demasiado “a la antigua”, podría finalmente ser la beneficiaria del apoyo de esa inmensa, tupida, densa y poderosa red de poder. Aubry “cumplió su palabra al no declararse candidata. Los partidarios de Dominique Strauss-Kahn se lo agradecen. “Una alianza franco-rusa estaría detrás de este escándalo”, señala el diputado socialista, Claude Bartolone, en una entrevista concedida a BFMTV. Y añade que el propio Strauss-Kahn le había hecho partícipe de sus temores: “Me dijo: ‘Cuidado, hay que estar muy atentos porque podemos estar bajo escucha telefónica. Los rusos y, especialmente Putin, son aliados de Francia para intentar echarme del FMI antes de que pueda anunciar la candidatura al Elíseo”.
Una ciudadana francesa, leyendo en Liberacion el caso Strauss-Kahn.
El ex-director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, obtiene el pasado viernes la libertad bajo fianza de un millón de dólares en efectivo y un depósito bancario de cinco millones de dólares como garantía. Además, deberá vivir con un brazalete electrónico y la vigilancia permanente de un guardia armada pagado por el propio Strauss-Kahn de su bolsillo. Permanece en situación de arresto domiciliario hasta que se celebre el juicio por siete cargos de abuso sexual e intento de violación. Strauss-Kahn y estará sometido a vigilancia a través de cámaras de vídeo las 24 horas del día. Un jurado popular compuesto por 20 personas de Nueva York elegidas al azar decide que las pruebas aportadas por la fiscalía son suficientes como para inculparle de intento de violación a una limpiadora en una suite del hotel Sofitel. La Fiscalía de Nueva York señala al tribunal que las pruebas que tiene en su poder son “suficientemente sólidas” como para proceder a su acusación formal. Francia ve estupefacta, sin acabar de creérselo, que su político más prometedor es acusado de violación.
Del otro lado del Atlántico, España es el otro foco de atención mundial por sus manifestaciones en diversas plazas de ciudades españolas, iniciadas el 15 de mayo. Se trata del “Movimiento de los Indignados” concentrados en la Puerta del Sol, vigilados por la policía. Al grito de “No pasarán” advierten que intentarán resistir pacíficamente la prohibición de la Junta Electoral Provincial. Las acampadas y concentraciones promovidas por plataformas como “Democracia Real. Ya”, exigen sus derechos en la Plaza de Sol y en otras plazas españolas en donde reflexionan en voz alta y exigen una serie de reivindicaciones basadas en la propia dignidad recuperada. En unos días, las movilizaciones se han convertido cada vez más extensas y concurridas, extendiéndose a más de 60 ciudades españolas: La idea ha saltado vía Internet a capitales europeas, celebrándose manifestaciones parecidas en Londres, Bruselas, París, Roma, Eslovenia, llegando incluso a Nueva York, México, Argentina, Ecuador, Costa Rica… Se dice que hay medio millar de “acampadas” por todo el mundo. Se trata de manifestaciones de jóvenes airados que, cuando se iniciaron, apenas se les prestó la menor atención pero que, a lo largo de una semana, se han convertido en una fuerza brutal que llegó a eclipsar la misma campaña electoral. La Plaza de Sol-laridad está ya cubierta de pancartas con toda clase de textos. Cualquier folio o cartón sirve como soporte improvisado para que cualquiera escriba su propuesta, su lema, su pensamiento. “Madrid será la tumba del neoliberalismo –dice uno colgada de los flancos de la plaza que actualiza el viejo lema republicano–. ¡No pasarán!”. Los mercados y los grandes poderes económicos, como la Banca, son los enemigos a batir. Y el ciudadano ya no quiere ser mercancía en manos de políticos y banqueros.
La “Acampada de Sol-lidaridad” no cedió un milímetro al conocer las prohibiciones de la Junta Electoral Central y de la Junta Electoral de Madrid. Los portavoces de la acampada confirman que continúan “el ejercicio de reflexión colectiva” entre todas las personas que acuden espontáneamente a la Plaza de Sol. Aseguran en un comunicado que no piden en ningún momento el voto para partido político alguno y mucho menos tratan de influir en la decisión individual de cada persona, ni de interferir en el derecho que tienen los ciudadanos y ciudadanas a ejercer la votación. Intentan evitar a toda costa que aflore la violencia en ningún momento. Y, ante una eventual carga policial, recomiendan una resistencia pasiva y, en ningún caso, devolver los golpes. Pero también apelan a no hablar con gestos ostentosos, respetar las opiniones de los otros y no beber alcohol para mantenerse sobrio “al 100%”. Como ejercicio de protesta ante las decisiones de las juntas electorales, invitan a emular un “grito ahogado” cinco minutos antes de la medianoche. Se reparte cinta adhesiva que se adhiere sobre las bocas hasta poco después de la medianoche, en que lanzan al cielo el grito mudo. Y claman todos a la vez: “Ahora somos todos ilegales”, en referencia a la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir la concentración durante la jornada de reflexión previa a las elecciones del domingo 23. “Nadie sabe qué va a pasar –comenta otro–. Todo es sorprendente, pero creo que esto se va a seguir llenando y que a la gente no le importan las prohibiciones”. Había este momento en la plaza unas 24.000 personas –sesenta mil en toda España–. En la madrugada, una chica grita a la multitud: “Buenos días, Sol, esto es maravilloso”.
La Junta Electoral Central prohibió toda concentración para el sábado y domingo, lo que motivó el aumento de público y manifestantes que reventaron la plaza con su presencia. Fue la norma seguida antes y después de que el Supremo y el Constitucional resolvieran sendos recursos in extremis, que siguen colocando de alguna manera fuera de la ley a los miles de concentrados. Y Pérez Rubalcaba, ministro de Interior subraya una y otra vez en rueda de prensa previa que la Policía sólo actuará si se llega a alterar el orden público. Repite que se guiará por criterios de “oportunidad, congruencia y proporcionalidad”. E insiste en su argumento de que “la policía, donde hay un problema, para resolverlo no crea otro, ni dos, ni tres”. Durante el día, la organización del campamento es compleja. No hay líderes y su estructura es horizontal. Existen diez comisiones: alimentación, infraestructura, respeto y cuidados, comunicación, extensión, acción, enfermería, coordinación interna, legal, y sonido. Algunas de ellas se dividen a su vez en subcomisiones con labores más específicas. Cada comisión se reúne en asamblea varias veces al día, aunque siempre queda personal de guardia para atender las necesidades del momento. En esas asambleas debaten las propuestas que les han llegado y también las que ellos mismos hacen. Sus conclusiones se exponen en la asamblea general, el máximo órgano de gobierno del campamento, donde se alcanzan los consensos finales. Los primeros turnos de palabra son precisamente para conocer las conclusiones de las comisiones. Después, cualquiera puede pedir la palabra.
( Restaurar la confianza de los hogares. En el FMI se lucha para salvaguardar la moral.)
El humor de esta semana es el humor del FMI, un fondo que nada tiene que ver con el de los “indignados” de la Plaza de Sol.
Manel Fontdevila dibujó esta semana lo que vió en la calle.
Y Pep Roig nos presenta: Reflexionante, Campaña basura, Junta electoral y Flexión, reflexión.
Tres vídeos para terminar: El primero, sobre un incidente provocado en el 2008, en la vida de Strauss-Kahn, director del FMI, quien tuvo unas relaciones íntimas con una de sus empleadas. “El incidente se produjo en mi vida privada –se defendió entonces– y, en ningún momento, abusé de mi posición de director”.
Discurso de Charles Chaplin en El Gran Dictador 1940
Miles de personas siguen reunidas en la madrileña Puerta del Sol a pesar de que la Junta Electoral Provincial de Madrid haya desautorizado la concentración convocada para la pasada tarde en la Puerta del Sol. El objetivo es reclamar los cambios políticos y sociales que propone el denominado Movimiento 15 de Mayo.