Revista Diario

De nuevo al odontopediatra

Por Belen
Esta tarde, por fin, hemos ido al odontopediatra. En Septiembre habíamos acudido al hospital. La doctora que le vio me explicó la situación del diente y me recomendó que le revisaran en un odontopediatra privado porque en el hospital no llevaban dichas revisiones. Me explicó que era conveniente vigilar si había flemón o infección y poco más.
Desde septiembre no he observado anomalías en la encía. Se le ha quedado un pequeño bultito, muy pequeño pero no ha ido a más, el diente ha oscurecido un poco pero no se mueve, ni le duele, ni le molesta al comer.
Así que habiendo pasado cuatro meses me pareció conveniente que le revisaran de nuevo. He acudido a una clínica dental de una conocida compañía privada. Una de estas "cadenas" de clínicas. El odontopediatra rotaba por todas ellas, así nos daba igual cuál elegir.
La cita la había pedido hacía más de veinte días. Nada más llegar veo a tres señoritas, recepcionistas o auxiliares (no me ha quedado claro su función), desganadas y apáticas, algo poco habitual cuando vas por lo privado, o al menos poco habitual para mi.
Hemos empezado mal, cuando le digo que teníamos cita y el nombre del niño, me dice que la cita había sido anulada. La primera en la frente. Y como llevaba a un niño asustado, lloroso y nervioso, confieso que he sido algo borde. "Pues me parece que yo no la he anulado, y considerando que hace más de veinte días que la pedí, espero puedan atenderme cuanto antes". Sí, lo confieso, he sido un poco borde, pero me fastidian mucho estas cosas.
Pero la respuesta de ella ha sido..... tremenda. "Habrá sido un problemilla con el ratón". ¿¿Cómo??, ¿¿con el ratón borras una cita y te quedas tan pancha??. Ni me han pedido disculpas, sin casi mirarme me ha dado una hoja para rellenar los datos del peque. Al poco hemos pasado a la consulta, mi niño estaba asustado, no sé muy bien por qué.
Nos ha atendido una doctora muy joven y con muy poco tacto para los niños. Conste que no tengo nada en contra de la juventud, pero quizá estuviera poco acostumbrada a tratar con niños, a pesar de su especialidad. He tenido que soportar cosas como "pero solo los bebés lloran, a ver estate ya quiero, no dices que eres mayor demuéstralo". Y ya el remate ha sido cuando ha dicho "si sigues llorando mamá se irá fuera". Y claro ahí la loba ha saltado cual resorte "creo que no, mamá no se va a ir fuera". Finalmente le he cogido y puesto sobre mi, y ahí es cuando ha podido explorarle, mirarle bien y hacerle una placa.
Parece que el nervio en este momento está bien. Se nota que ha tenido varios traumatismos en esa pieza dental pero todo está bien. El diente definitivo, en cuanto a su estructura (según me ha dicho) está bien. El problema puede venir si de nuevo aparece el flemón, eso sería señal de infección y habría que tomar medidas. Las opciones que me han ofrecido han sido dos:
- Extraer la pieza (que fue lo que me dijo la doctora del hospital). De este modo cicatrizaría toda la zona y el único inconveniente es que tardaría un poquito más en salir el diente definitivo. Mi miedo aquí es si el lenguaje podría verse afectado. Al estar todavía perfeccionando ciertas consonantes (como pueda ser l "r" o la "l"), cosa normal para su edad, al eliminar esa pared que hace el diente contra la lengua podría haber pequeños problemas de pronunciación. La doctora en esto estaba deacuerdo conmigo.
- Hacer una pulpectomía. Os dejo aquí un enlace que he encontrado sobre cómo y cuándo se hace y practica esta técnica. Se trata de taladrar por el paladar para alcanzar el nervio del diente temporal y extraerlo. Se aplica después un relleno. Todo esto se debe realizar en unas condiciones muy asépticas para que no entren bacterias. Se sella todo bien y de ese modo conservaría la pieza dental y se evitaría la infección.
Inconvenientes de la pulpectomía: conseguir que el niño se quede quieto es fundamental y eso es complicado a esta edad. Para ello recomiendan "tranquilizar" al niño con diacepam una hora antes. En mi pueblo se llama drogar al niño, igual soy radical, pero el procedmiento no me convence mucho, esa es la verdad.
La recomendación de la odontopediatra es la pulpectomía, pero según sus palabras, "yo no puedo trabajar si el niño no se queda quieto". Como podéis imaginar mucha confianza no me da.
La otra mala noticia es que ha detectado algunas manchitas en un par de muelas que pueden ser indicio de caries, ¿¿¿caries???. Pues sí. De poco ha servido una higiene bucal desde temprana edad, haber empezado a tomar chuches muy tarde,....., Hoy son solo manchitas pero parece que derivará en caries.
Como veis la tarde ha sido pésima. Todo esto adornado por llantos varios, nervios y una lluvia tremenda que nos ha acompañado en el regreso a casa.
La verdad es que estoy algo triste. No me gustaría hacer pasar al niño por una experiencia tan traumática a esta edad.
Desde luego quiero una segunda opinión. Por ahora lo dejaremos estar porque la placa confirma que todo está estabilizado de momento. Sé que si aparece flemón debo volver, y entonces veremos qué hacemos. Aunque desde luego a esta clínica no volveré.
Mi opción más fiable es acudir al Hospital de San Rafael, pero claro allí todo es privado, ningún seguro vale, el coste es importante, pero no importa. Si hay que hacerle algo, sedarle o incluso anestesiarle, quiero que sea en un hospital y con personal experto.
Acepto cualquier consejo que podáis brindarme, sugerencias de profesionales, hospitales, clínicas.
¿Alguno de vuestros hijos ha tenido caries a edades tempranas?, ¿cómo han ido los empastes?.
A estas horas del día soy un mar de dudas,...., y de cansancio.

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