Pero las diferencias más grandes no son que Marte sea muchísimo más duro, o esté más lejos. La diferencia esta en nosotros.
Los exploradores de antes estaban hechos de otra madera.
Esta es la oferta de trabajo dejada en un periódico por Shackleton para cruzar la Antártida.
“Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito”
Esa misión fracaso al quedar el barco Endurance atrapado en el hielo, quedándose los tripulantes meses en el hielo en condiciones bastante duras.
El Endurance atrapado en el hielo
Muchos otros intentos de exploración de la Antártida resultaron en un fracaso mortal. Como la de Scott.
“Tomamos riesgos, lo sabíamos, las cosas han ido en nuestra contra y por lo tanto no tenemos motivo de queja, sino sólo someternos a la voluntad de la Providencia, determinados todavía a hacer lo mejor hasta el final… Si hubiéramos vivido, debería haber contado la historia de la audacia, resistencia y coraje de mis compañeros, que han llenado el corazón de todos los ingleses. Estas ásperas notas y nuestros cadáveres deberán contar la historia. Sin duda, un gran país como el nuestro se encargará de que todos los que dependen de nosotros estén adecuadamente provistos.”
Tumba de Scott, Wilson y Bowers
Mientras tanto, las principales agencias espaciales mundiales hablan de un aumento de un 3% de la probabilidad de contraer cáncer por culpa de la radiación como tope máximo para las misiones a Marte.
¿Pensarían los exploradores antárticos que su probabilidad de volver muertos era inferior al 3% en aquellos tiempos? Lo dicho de otra madera.
Por cierto, también me pregunto que pasaría si los mismo países de esas agencias tomasen la misma actitud con las guerras, algo como 'no podemos ir a esta guerra si la probabilidad de muerte de nuestros soldados aumenta más de un 3%'