Kenyon vivía en una granja en New Hampshire acompañada de su esposo, también poeta, Do-nald Hall. Procuraba llevar una vida sencilla, sin sobresaltos, lo más tranquila posible. No obstante su actividad literaria era amplia: colaboró con las publicaciones New Yorker, y Paris Review, tradujo a Anna Ajmatova y publicó varios libros de poesía.
Aquella sencillez deliberada le permitió quizá elevar la capacidad para percibir y sentir aquello que el barullo y el ruido del mundo contemporáneo y la vida citadina nos impide: el sonido de la yegua que cocea, el batir de las alas del murciélago que se desprende en la oscuridad o la apremiante y natural necesidad del ratón que en invierno se escabulle hasta la alacena y construye su nido en medio de los manteles de encaje, para luego abandonarlo en verano dejando solo daños y pequeños excrementos negros: "mechones de fibra, excrementos como negras/ semillas de alcaravea, y las manchas de parto/ y sobre parto despiden el fuerte/ e inolvidable hedor de ratón/ que impregna las granjas viejas/ en los húmedos días de verano".
Es obvio que no se trata de una poesía intelectual y compleja, es en cambio transparente y directa, no pretende explicar y ni siquiera cuestionar algo, apenas pone en evidencia y si acaso, pero no siempre, se atreve a formular convicciones: "No es el Dios del espacio curvo,/ el seco Dios quien va a ayudarnos, sino el hijo/ cuya sangre salpica…".
Gestos solo probables en la intimidad, erotismo y amor, y el polvo que todo lo cubre lenta e inobjetablemente porque al fin al cabo "el universo es polvo". El universo de Kenyon bien podría haber pasado desapercibido y silencioso, pero no fue así, a veces ciertos prodigios del bosque logramos verlos aunque cantidades infinitas se oculten a nuestros ojos, y es un misterio tal revelación, como lo era para ella su poesía pues ¿quién susurra al oído las palabras?: "Estos versos están escritos/ por un animal, por un ángel/ un extraño sentado en mi silla;/ por alguien que ya sabe/ cómo vivir sin problemas/ entre libros, pucheros y sartenes" (pfa)