José Sant Roz
- En realidad, la gente había ido a la marcha sobre todo para ver si era verdad que los chavistas estaban sintiendo pánico, porque se pagó trece millones de dólares en el mundo en toda la prensa mundial una vistosa propaganda que decía que los chavistas estaban temblando horriblemente por lo que ocurriría el 16 de noviembre…Se encontraba, pues, don Juan Guaidó, ese 16 de noviembre, rodeado por aquel “mar de gente tan amante de lo correcta y razonablemente liberal”, que le lanzaba besos y le echaba la bendición (“¿PERO QUE LES VOY A DECIR, DIOS MÍO?”, el dilema que se le presenta siempre)… toda la prensa poderosa del mundo enfocándolo (DÍGANME ALGO QUE LES PUEDA SACAR UN “¡GUAO!”, le rogaba a sus asesores…); ante él, toda la clase media y alta del Este de Caracas (el sumun de la crema del pensamiento dominante, fino, viajado, con clase, educado, profesional, “decente”)…. Todo lo exquisito de esa juventud que quiere volver, tal como se lo dicen sus padres y abuelos, a aquella democracia en la que éramos tan felices pero que no lo sabíamos… y él, don Juan Guaidó, tan nulo, tan gris, tan fofo, tan vacuo…
- Pero lo más grave es que su mayor deseo es no estar allí, eso le fastidia horriblemente, eso ya lo tiene hasta la coronilla, y que en cierta forma mejor que él, están los que han huido de Venezuela, mejor la están pasando los Antonio Ledezma, los Julio Borges, el propio Leopoldo López, y los Carlos Vecchio…, y fue así, en medio de este desespero cuando se le salió decir en plena tarima: “Chamo, estoy que no aguanto, estoy de verdad ladillao de este peo…”.
- Este es en primer lugar su mayor y más terrible problema de don Juan Guaidó: qué decir en público, por lo que sufre espantosamente cuando tiene que hacerlo. Pero él no está a la vez para ser sincero y, por ejemplo, RETIRARSE DEL ESCENARIO, porque hay mucho dinero de por medio. Hay además mucha vanidad en él, muchos contactos: todavía tiene inmensa cancha para canalizar más fama y mantenerse en la cumbre de la poderosa prensa mundial y ser, nada más ni nada menos, hijo mimado de la Casa Blanca que no es a sus ojos y en la de sus asesores y seguidores, NINGUNA PENDEJADA…
- Por eso es tal su desesperación que se lo planteo bien claro a todos los asesores de Mike Pence y al jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller: “- Hay que invadir, esto ya tiene que resolver militarmente, hay que activar el TIAR, hay que crear una coalición internacional con Colombia y Brasil, para cuándo vamos a dejar esto… ya las palabras y las marchas resuelven ni cambian nada. Listo… Hagamos lo que se hizo en Bolivia pero con fuerzas extranjeras. Ya esto no camina más de este modo…”.
- Él tiene un equipo muy mediocre pero que recibe harta plata, que le elabora todo lo que debe decir en público. Pero se le ha dicho a la vez que debe ser todo lo espontáneo posible y he aquí donde bota la bola de manera patética. Y es así que lo vemos pasar de una pose de supuesta gran seriedad a una risa escandalosa diabólica. Ya es histórica esa respuesta que le dio a una periodista: “…después de 16, vendrá el 17, el 18, el 19…”.
- Entonces, y por esto fue en la plaza José Martí del Este de Caracas y desde la plataforma de un camión, comenzó a divagar y a decir estupideces como: “No vamos a desmayar, a desfallecer. Bolivia estuvo 18 días, nosotros hemos estado años, es momento de seguir. A toda Venezuela le pido mantenernos en la protesta (…) lunes, martes, miércoles, todos los días en la calle hasta lograrlo”.
- Luego le soplaban uno de sus más dilectos consejeros: “di algo heroico, digno de los héroes y capitanes continentales, di algo que estremezca a los que aman la libertad, que quede para la historia, por ejemplo: aquí estamos y aquí estaremos resistiendo hasta a la muerte…”, y fue entonces cuando agregó morigerando lo que le aconsejaban: “No han podido ni podrán con el bravo pueblo de Venezuela. Ya basta de intimidación, de manipulación, de hambre y de la inmigración. Llegó el momento del pueblo. Hace un año no nos pensábamos resistir y hoy, a pesar del sacrificio, miren. Aquí estamos. Lo hemos intentado todo. No va a ser la intimidación lo que nos frene… Como lo advertí, los cobardes se encerraron en cuatro cuadras. No tienen gente, se quedaron sin respaldo”.
- Pero no lograba calar, no conseguía sacarle ¡GUAOS! a la gente, y en lugar de insuflar fuerza y coraje, reculó horriblemente diciendo: “No hay fórmula mágica, y miren que lo hemos intentado todo”. NO, VALE, ESO NO, ALGO MÁS CONTUNDENTE, DEFINITIVO Y DEFINITORIO MIRA QUE JURAMOS CUMPLIR LA PROMESA DE SACAR A MADURO ESTE AÑO POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS, y Guaidó le replicaba: “ESTOY HASTA LA CORONILLA, VEN Y DILO TÚ, NOJO…”.
- Y FUE CUANDO SOLTÓ: “Calle, y más calle, calle sin retorno significa que tenemos una agenda de conflicto permanente (…), calle sostenida, calle en la mañana, calle al mediodía, y calle en la noche. Aquí la lucha es hasta que cese la usurpación, hasta lograr elecciones libres”. Siguiendo los consejos de Craig Faller le rogó a los militares darle la espalda al “DICTADOR, HAGAN, POR FAVOR LO QUE HICIERON LOS DIGNOS MILITARES DE BOLIVIA… Estoy pidiendo que se pongan del lado de la Constitución. Pudiera parecer estéril este llamado, pero es necesario, el factor que nos falta debe tomar una decisión”.
- Otros reales que se perdieron… A pesar de todo el aparato de propaganda que tuvieron, del Departamento de Estado, de Mike Pence, Marco Rubio, Rick Scott, el comandante Faller, y la @UNHumanRights que dirige Bachelet, de la pantomima del “ALLANAMIENTO A LA SEDE DE VOLUNTAD POPULAR”, tan cursi y en el que se gastaron 250 mil dólares, y tantos otros llamados a la gran revuelta de la fulana oposición en Venezuela, terminaron, pues, en el mayor ridículo mundial.
Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.
[email protected] @jsantroz