Resulta injusto que los líderes reales que intentaron actuar estén ahora en prisión, mientras que los llamados “líderes mundiales” abandonaron Copenhague en sus jets privados para pasar la Navidad con sus familias. Continuar con su detención es una retribución inaceptable por parte de las autoridades danesas que tratan de esconder sus propios fallos durante la Cumbre del Clima en Copenhague (Kumi Naidoo, director de Greenpeace Internacional, actualmente de gira por España).
Qué absurdo y paradójico resulta que, desde el pasado 17 de diciembre y con la excusa de que existe riesgo de fuga, las autoridades danesas continúen manteniendo en prisión a los cuatro activistas de Greenpeace –entre ellos el director de Greenpeace España, Juan López de Uralde- que protestaron pacíficamente en la cena de gala que celebró la reina de Dinamarca con los jefes de Estado que asistieron a la Cumbre del Clima de Copenhague. Esta medida es completamente desproporcionada y el Gobierno danés se está colocando en una posición vergonzosa al permitir que continúen en la cárcel sin haber sido juzgados.
Desde este 1 de enero, España preside la Unión Europea y ya es hora de que tome cartas ante esta aberración. Mientras tanto, las ciudadanas y ciudadanos podemos protestar y presionar, pues como pudimos comprobar en el caso de Aminatu Haidar, sirve de mucho. Para pedir la libertad de los detenidos se han organizado vigilias en la embajada de Dinamarca en Madrid y en los consulados de otras veinte ciudades españolas para el día de Reyes a las 19:00. Además, habrá ciudades sin consulado donde se organizarán concentraciones. Toda la información está aquí. También puedes añadir tu firma en el manifiesto.
Quienes realmente debieran ser detenidos y juzgados son todos esos llamados “líderes mundiales” que asistieron a la Cumbre del Clima de Copenhague y no hicieron absolutamente nada por salvar nuestro mundo. Dentro de unos años tendrán que pedir perdón a sus propios hijos y nietos por no haber mejorado las cosas cuando pudieron haberlo hecho. Esta cumbre ha sido un auténtico fracaso. No se ha llegado a ningún acuerdo vinculante ni nadie se ha comprometido a nada. Pero los únicos que se encuentran en prisión son las personas que han intentado asumir responsabilidades que los gobiernos ignoran porque no llenan sus arcas ni sus tripas. Qué paradoja.