De perdidos al RIO. Japonés auténtico.

En una estrecha calle que pasa desapercibida entre Vía Augusta y Gran de Gracia, se esconde uno de los restaurantes más auténticos y originalmente japoneses de todo Barcelona. A penas tiene siete mesas y una cocina de unos 3 metros cuadrados, pero siempre está lleno. Os presento a “RIO”, el especialista en Okonomiyaki de la calle Minerva 6, y aquí va un video para abrir el apetito…

“Rio” es un nombre de varón muy común en Hiroshima, y en este caso era el nombre del hijo de un antiguo socio. Ahora Rafa y Fujiko, cocinero y somelier, dirigen a un estupendo equipo.

Rafa es el alma del restaurante, un aventurero empedernido que estudió comercio pero la cocina le robó el corazón. Se marchó a Japón para estudiar la auténtica gastronomía japonesa y reconoce que es una disciplina dura, con una técnica muy cuidada. En sus propias palabras dice: “puedes estar perfectamente un año aprendiendo únicamente a cortar”.

Y no cabe duda que la cultura nipona le ha calado. Todo en él es japonés, desde sus gestos de reverencia para agradecerte la visita hasta el Hachimaki que lleva en la cabeza (cinta atada sobre la frente al más puro estilo Kamikaze). Después de formarse decidió volver y tomar las riendas del restaurante junto a Fujiko.

Fujiko es una experta en sake, cervezas japonesas y vinos, la responsable de la bebida del RIO aunque muchas veces te la puedes encontrar al otro lado del teléfono para recibir las reservas. Posee un olfato exquisito y un fino paladar, pero su español todavía es algo limitado, lo que hace cuanto menos divertido llamar para concretar la hora de la cena.

Originaria de Hirosima, viene de una familia con tradición bodeguera. Tenía un restaurante español en Hiroshima pero decidió mudarse a España para perfeccionar su conocimiento de los famosos vinos españoles. Sin embargo, el RIO se cruzó en su vida y ahora tiene lo contrario: un restaurante japonés en Barcelona. Las vueltas que da la vida…

No hace falta decir que los restaurantes japoneses proliferan en Barcelona como una fiebre nipona. Pero entre tanto sushi de pega, sopas de miso de sobre y tanto chino reconvertido, cuesta mucho encontrar un auténtico restaurante japonés. Aquí no encontrarás nada de eso, ni tampoco nada de “sushi fusion” de higos con foie, o de pesto y queso fetta. Aquí se ofrece comida tradicional japonesa, lo que cualquier japonés comería en su día a día. Porque como muy bien dice Rafa: “De la misma manera que aquí no comemos paella todos los días, allí tampoco comen sushi cada día, de hecho es sólo para las ocasiones especiales y sólo los más expertos cocinero saben hacerlo correctamente”.

¿Entonces qué se come en el RIO? Empezaremos por las estupendas tapas al más puro estilo taberna Izakaya japonesa, entre las que destacan una sabrosa sopa de miso con tropezones de los buenos, los míticos Edamame (vainas de soja hervidas en agua con sal), y por supuesto el Onigiri una bola de arroz a la plancha rellena de atún y con un alga nori alrededor. ¡Igualita que las que se llevan para el almuerzo todos los personajes de dibujos de las series japonesas! ¡Y está increíble!

El plato estrella es el Okonomiyaki Hiroshima Style, una especie de pizza o torta japonesa con col, huevo, pasta fresca, brotes de soja y cerdo o champiñones, que se cocina en una gran plancha (también llamada teppan). Hay otros platos principales como varios tipos de Yakisoba (fideos japoneses con verduras, carne o pescado), o un increíble Omusoba (tortilla japonesa rellena de Yakisoba). Y de postre tienen entre otras cosas un bizcocho casero de te verde ¡delicioso! Todo está hecho con materia prima de la mejor calidad, y se nota, os lo aseguro.

Aunque lo mejor es llegar y sentarse en la pequeña barra de madera en frente de la gran plancha teppan, donde se cocina todo, hasta el ambiente y la familiaridad de este sitio. Observar como Yun o Rafa cocinan, y dejarte recomendar. O poder preguntar: “¿qué es eso que estás haciendo?” y escuchar una extensa explicación del plato por parte de Rafa. Es un apasionado de lo que hace, puedes preguntarle cualquier cosa y te la explica con una ilusión y una paciencia enormes. Tan pronto le oyes hablar en castellano como en japonés, pero entre ellos deben entenderse porque teniendo en cuenta el reducido espacio, se gestionan bastante bien.

El mejor día para visitarlo es cualquier mediodía, pero especialmente el del sábado que suele estar tranquilo. Si no llamas para reservar es muy posible que no tengas sitio, y personalmente te aconsejo que reserves el día anterior. Este pequeño tesoro está muy escondido pero muy solicitado. El que avisa no es traidor… jeje.

Cuando le preguntas a Rafa y a Fujiko qué quieren que se el RIO dentro de unos años, contestan que no quieren agrandar el local porque perdería esa cercanía que tienen con la clientela, pero que les entusiasmaría crear escuela y poder abrir un local igual en Madrid, por ejemplo. Un proyecto que seguro que cumplirán. Así que ya sabéis, si queréis probar comida japonesa de verdad pasaos por aquí, que el loco de la cinta en el pelo y todo su equipo os recibirán encantados.

¡Gracias chicos por recibirme con tanto cariño! Domo arigato!