Plantas medicinales vendidas a granel en un mercado medieval. Nótese la ausencia de acentuación en muchas de las "indicaciones". Fuente propia.
Lo que es más, en muchas ocasiones en las que se dignan a poner la nomenclatura binomial de la planta en cuestión, van y se confunden en la forma (sin cursiva ni subrayado -teniendo en cuenta de que están escritos a mano-, y con el género y la especie escritas en mayúsculas) o en el contenido, pero esto ya es un pique personal que me da algo de rabia.Marco legal
La Ley 29/2006 de 26 de julio (de Garantías y Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios, LGURM), refiriéndose a los Medicamentos de plantas medicinales en el Capítulo V, Artículo 51, dice que:
"Las plantas y sus mezclas, así como los preparados obtenidos de plantas en forma de extractos, liofilizados, destilados, tinturas, cocimientos o cualquier otra preparación galénica que se presente con utilidad terapéutica, diagnóstica o preventiva seguirán el régimen de las fórmulas magistrales, preparados oficinales o medicamentos industriales, según proceda y con las especificidades que reglamentariamente se establezcan".
Imagen sacada del blog MedTempus.
En el mismo Artículo 51, apartado 3, se establece que: "Podrán venderse libremente al público las plantas tradicionalmente consideradas como medicinales y que se ofrezcan sin referencia a propiedades terapéuticas, diagnósticas o preventivas, quedando prohibida su venta ambulante." Como sabemos, esto no se cumple a rajatabla, porque con el pretexto del rigor histórico o recuperar el folclore tradicional, en los mercadillos ambulantes se hace la vista gorda cuando nos venden plantas que prometen curarnos hasta lo inimaginable.Como dijo una catedrática de Farmacología de mi Facultad, "yo no tomo plantas, y mucho menos de las que venden en la calle, porque me dan miedo. Aparte del principio activo que nos interesa consumir (que se encuentra en concentraciones variables y por tanto no controlables) en la hoja, raíz o tallo de la planta se encuentran muchísimos otros compuestos químicos que pueden tener efectos sinérgicos o que pueden causar interacciones antagonistas".
Y es que el consumo de plantas "naturales" nos da la falsa sensación de que son inocuas y no producen efectos negativos, una creencia muy arraigada y fomentada por campañas publicitarias de perversos intereses.
Opinión personal
Hace poco extraje en el laboratorio por decocción en agua con posterior condensación el mentol de 50g de hojas de menta o Mentha arvensis. Como el mentol (5-metil-2-isopropil ciclohexa-1-ol), una molécula con un grupo alcohol secundario y un ciclohexano saturado unido a un isopropilo en posición orto, es parcialmente soluble en agua, este es arrastrado por el vapor, y después condensado al pasar por el tubo de refrigeración.
Al realizar la espectroscopia de infrarrojo o IR y la cromatografía de gases o GC, comprobamos que además del grupo hidroxilo y los enlaces C-H sencillos, aparecían a otras intensidades de absorción alquenos y aldehídos.
La conclusión a la que llegué es que aunque realicemos un procedimiento de extracción, haría falta una purificación posterior del extracto para separar el compuesto que nos interesa y desechar el resto de sustancias y enantiómeros inútiles o peligrosos para nuestro propósito (el estereoisómero del mentol, que nos interesaba en este caso, era el (1R, 2S, 5R)). Luego si en un extracto encontramos varias sustancias que tienen una solubilidad similar en agua, en una hoja directamente podremos encontrar aún más sustancias con diferente solubilidad y punto de fusión.