De Torbas a Porcía (Senda Costera por Coaña y El Franco)
Recorrido realizado en travesía (es necesario tener otro vehículo en Porcía) y que es la perfecta continuación a la senda costera que recientemente hicimos por el concejo de Coaña.
https://losdelasclaras.blogspot.com/2022/01/ruta-costera-por-coana-de-foxos-torbas.html
Un recorrido precioso donde visitaremos numerosas playas, alguna tan espectacular como Torbas con sus tres cascadas, el pueblo pesquero de Viavelez, sin duda uno de los más bonitos de Asturias, y el Cabo Blanco con su antiguo castro y sus formaciones rocosas de gran belleza.
Solo hay que tener muy en cuenta que atravesar en toda su longitud la playa de Torbas no se puede efectuar en pleamar. No obstante existen recorridos por la rasa costera evitando esta playa.
DATOS DEL RECORRIDO
- Inicio del recorrido: Playa de Torbas (Coaña)
- Fin del recorrido: Playa de Porcía (El Franco)
- Fecha de realización de la ruta: Enero 2022
- Tiempo total: 6 Horas (incluidas paradas)
- Distancia total: 16 kilómetros
- Desnivel acumulado de subida y bajada: 400 metros
- Época recomendada: Todo el año
- ¿Recomendable para niños?: SI
- Dificultad del recorrido: Fácil
- TRACK DISPONIBLE: Pedidlo por email a [email protected]
PLANO DEL RECORRIDO
El acceso a la playa de Torbas lo haremos con nuestro vehículo desde la población de Lloza. Desde el aparcamiento nos asomamos para ver la playa. Realmente se tratan de dos playas la de mayor longitud y oriental es Torbas, y la más occidental y de reducido tamaño El Barco. Se encuentran separadas por una zona de bloques rocosos que únicamente pueden ser atravesados en bajamar.
Nosotros nos dirigimos a la del Barco y tomaremos una pista de tierra por la que se accede a ella.
Así que nos vamos para su extremo oeste. Torbas es una playa de una gran belleza.
Dos riachuelos vierten sus aguas a esta playa y en épocas de caudal podemos ver como sus aguas caen al arenal a modo de cascadas. A los pocos metros encontramos la primera.
Alcanzamos la segunda de las cascadas situada debajo del antiguo Molín de Carbueiro.
Incluso tenemos una tercera cascada mucho más discreta.
Llegamos a la zona que separa las dos playas y que solo se puede cruzar si la marea no esta alta. Es un tramo muy resbaladizo y hay que tener cuidado donde pisamos.
Desde la pequeña Playa del Barco ascendemos por una ancha pista a la rasa costera, muy cercanos a la población de Cartavio y donde entroncamos con el recorrido del GR E-9 que hoy seguiremos durante muchos tramos.
Pasamos junto al Área Recreativa de Punta Salías y descendemos a las cercanías de la playa de Armaza, a la que incomprensiblemente no existe paso por encontrarse cerrado por una propiedad privada.
Hemos de cruzar el arroyo Miudes que desemboca en dicha playa.
Volvemos a ganar metros y alcanzar nuevamente la rasa costera y atravesar la población de Castello, divisoria entre los concejos de Coaña y El Franco.
Desde Castello nos dirigimos a la playa de dicha población por una carretera asfaltada. La Playa de Castello es la más larga del concejo del Franco y forma una bella ensenada de cantos rodados.
Una buena senda nos conduce a una balconada por su parte oeste que supone un magnífico mirador de la playa de Castelo.
En poco tiempo divisamos otra nueva y preciosa playa: la Playa de Cambaredo con su cascada.
Nos acercamos a Cambaredo, pero no llegamos a bajar, aunque vale la pena ver su cascada situada en el lado oriental de la ensenada.
Seguimos por una preciosa senda pegada a los acantilados que cierran esta playa.
Tras alcanzar nuevamente la rasa costera enlazamos con la carretera asfaltada que nos desciende a la siguiente playa: Pormenande, la más frecuentada de esta zona, con servicios y área recreativa. Esta playa es muy característica por el islote El Castellón que la divide en dos y al que nos vamos a subir para tener una perspectiva increíble de esta costa.
Nos subimos al Castellón al que se puede acceder sin problemas al estar unido a la playa por un pequeño tómbolo. Desde lo alto de él disfrutamos de unas vistas únicas como estas de su arista norte.
Vemos la Playa de Pormenande desde lo alto del islote.
Por el extremo oeste de la playa de Pormenande tomamos la senda que nos va a llevar a Viavelez siempre siguiendo las marcas rojas y blancas del GR. Antes de descender al pueblo, pasando primero junto a las antiguas escuelas, nos dirigimos al mirador de La Atalaya desde donde vemos la belleza de este pequeño puerto pesquero.
Desde este mirador de La Atalaya oteaban los marineros en su tiempo a las ballenas.
Nos dirigimos hacia el puerto de Viavelez disfrutando de las inmejorables vistas que tenemos desde la parte alta del pueblo.
Pasamos al lado de la capilla dedicada al Santo Ángel de la Guarda, patrono de la localidad y que es festejado cada 2 de agosto. Su construcción data del siglo XVII, y en el año 1874 fue adquirida por José Ron Fresno, de ahí que también sea conocida como la capilla de la familia Ron, quién la reconstruyó, quedando como se encuentra en la actualidad. Aunque de propiedad privada, está abierta para el culto del pueblo
La empinada bajada al puerto nos permite disfrutar de la bella arquitectura de esta población, con colores blancos, azules o rojos y los típicos techos de pizarra característicos de esta zona.
Llegamos al coqueto puerto de Viavelez. Abrigo natural en la desembocadura del río Vio, donde hasta hubo un Astillero que perdió su pujanza con la llegada de la navegación a vapor.
Hoy en día conserva su función pesquera, turística y deportiva.
Continuando por la calle que da acceso a la explanada del puerto, el lateral izquierdo lo constituye el monte Gavioteru, al que se accede por un sendero hormigonado a mitad de calle, que a su vez es el inicio de la ruta “Viavélez-Tapia de Casariego” que forma parte del GR-204-E9 y tiene una longitud de 18 kilómetros.
Un fuerte repecho nos permite alcanzar el mirador del “bofu”. Ubicado encima de la bocana del puerto y enfrente justo del de la Atalaya, goza de una visibilidad privilegiada de los acantilados cercanos y del mar Cantábrico.
En él se encuentra una pequeña área recreativa y la escultura “Litoral” obra del escultor Ernesto Knorr,
El camino discurre por la rasa dejando a la izquierda uno de los barrios de Viavelez, el de Mernes o Merníes, para desviarse a la altura del indicador del Km. 1 en dirección a un nuevo bosque de eucaliptos, que conduce hacia el río Mernes. Por el que recorremos unos metros disfrutando de un pequeño bosque de ribera.
Dejamos el río y ascendemos por el monte Molina donde encontramos las ruinas de un cabozo.
Llegamos a la Playa de Moniellos. La playa, a la que se accede por unas escaleras que salvan el importante desnivel, es una cala protegida por acantilados en un profundo y estrecho entrante de mar.
El ancho camín del E-9 sigue bajo la sombra de eucaliptos, por la zona del Treitoiro así llegamos a un punto que el mismo se va al interior, en ese punto a nuestra derecha sale una pista que baja hacia el mar y que tomaremos.
Así damos con el Molino de Torbás. Un lugar que nos encantó.
Aquí vemos el molino, que da acceso a la pequeña cala de Torbas.
Un paraje muy tranquilo, y donde estuvimos un rato disfrutando de él.
Seguimos en dirección al Cabo Blanco, bordeando los agrestes acantilados.
Llegamos al Cabo Blanco, que debe su nombre al color de la roca. Para mí sin lugar a duda el punto que más me ha gustado del recorrido de hoy.
Nos dirigimos hasta el extremo casi bajando hasta el mar.
En las proximidades del Cabo Blanco existía un castro que se incluye entre los catalogados como grandes castros del litoral en el sector lucense, pues este territorio en época romana dependía administrativamente del Conventus Lucensis.
.Las defensas se distribuyen a lo largo del lado sur que comunica la península con la tierra continental donde se alternan sucesivamente hasta cinco fosos excavados en pizarra y tres parapetos.
El que vemos en la foto es el más impresionante y mejor conservado.
Al final del foso tenemos otro excelente mirador sobre la costa.
Continuando por los acantilados, pasando por los conocidos como Foxos, Rego de Lloxe y A Mortiza, se encuentra la punta La Talaya
En cuya punta se ubica otro espectacular mirador sobre la costa Cantábrica,
Desde La Talaya se continúa a la vera del Cantábrico disfrutando del atardecer y las vistas de los islotes de la Playa de Porcía.
Alcanzamos así la Playa de Porcía que por desgracia al estar en marea alta se encuentra totalmente cubierto su arenal por el agua. En marea baja os puedo asegurar que es una playa preciosa.