En estos días han sido detenidos quince anarquistas acusados, entre otras cosas, de los atentados cometidos en la Catedral de la Almudena, en la que colocaron un artefacto explosivo que no llegó a explotar, y otro en la Basílica de el Pilar de Zaragoza, que si hizo explosión. Rápidamente las redes sociales se pusieron en ebullición, y en especial Twitter, protestando por la detención de estos mozos bajo el lema: #YoTambienSoyAnarquista; curioso que cuando los anarquistas o antisistema tienen problemas las redes sociales capitalistas americanas, tan antisistema, entren en ebullición. Son antisistema, pero no se privan de una buena conexión de datos en el móvil y de un buen ADSL en casa, de papá seguramente.
Una de las apariciones estelares dentro de esta protesta en la que todo el mundo era anarquista fue la realizada por varios miembros reconocibles de Podemos; digo reconocibles porque aparte de distintas fotografías en sus biografías lo dejaban bien claro en las mismas con el circulito y toda esa parafernalia que ellos usan habitualmente.
Ahora que todos tenemos Google las cosas son muy fáciles y los desmontajes mucho más. Bien, si uno va a Google y quiere saber la definición de anarquismo según la Real Academia Española de la Lengua nos encontraremos con estas dos definiciones: Doctrina que propugna la desaparición del Estado y de todo poder. Movimiento social inspirado por esta doctrina. Teniendo claro que Podemos propugna el comunismo, según mi opinión y la de la mayoría del mundo excepto ellos, y la socialdemocracia, según la última milonga contada por ellos mismos. Cualquiera de esas dos ideologías políticas tienen un nexo común, más estado. ¿Como es posible que alguien que apoya un partido cuya base principal es el más estado apoye el anarquismo?
Sólo es posible si la ideología que sigue es la del comunismo libertario; El comunismo libertario es el comunismo inspirado en las doctrinas de los anarquistas Bakunin y Kropotkin según la cual era imprescindible destruir el Estado para posteriormente instaurar el comunismo, es decir, primero destruyen el Estado actual para después instaurar otra forma de Estado, la del Estado comunista, es decir: más Estado todavía, pero estado del que a ellos les gusta.
¿Y quien me dice a mi que los líderes y cabezas visibles de un Estado comunista no van a cometer las mismas irregularidades, o más, que los líderes y cabezas visibles de los Estados tal y como se entienden ahora? Pues nadie, no me lo dice nadie, es más cada vez que ese experimento terrible se ha llevado a cabo las consecuencias para los ciudadanos de ese Estado han sido terribles: ejecuciones, persecuciones, muerte y destrucción de los opositores a cargo de ese supuesto nuevo y mejor Estado; es decir es un quítate tú que me pongo yo, la dictadura del pueblo y del proletariado que en cuanto tiene poder deja de serlo.
¿La solución cual sería entonces bajo mi punto de vista? Menos Estado, menos Estado de quien sea del actual o del nuevo, más libertad personal y sobre todo más libertad económica que, en el mundo actual, es la que proporciona una mayor libertad al hombre. El Estado ha sido uno de los grandes males que hemos sufrido los ciudadanos siempre y el Estado actual de España, por ejemplo, mucho más todavía. Sus gastos están absolutamente desbocados y ninguno de los partidos con opciones reales de poder, ni PP y PSOE, ni Podemos, hablan en ningún momento de que ese Estado deje de gastar y deje de ser tan terriblemente grande; es más, desde Podemos pretenden que sea aún mayor.
Y con una idea de un Estado mayor en la cabeza sus seguidores llegan ahora y se manifiestan a favor de los anarquistas, creo que no se enteran de nada. Creo que la mayor parte de los seguidores de Podemos está compuesto por gente, evidentemente enfadada con la situación actual, pero cuyo enfado no les deja ver más allá. En cuanto llega alguien y les alegra la oreja, Pablo Iglesias, le apoyan sin más, pero creo que todavía no tienen muy claro que es exactamente lo que quieren. En algunos casos será por edad, en otros por desconocimiento y engaño y en otros, por desgracia, porque no dan más de si.