También se celebra, aunque no oficialmente, la festividad de Santa Bárbara, patrona de los mineros, el 4 de Diciembre; la subida al Torreón, el primer domingo de agosto y la fiesta del turista, el tercer fin de semana de agosto.
Lo expone bien Alfredo Rodríguez, uno de sus cronistas: Durante muchos años sólo se vivió de, por y para la mina, pues significaba ingresos y estabilidad económica. Había, por tanto, alegría, sin perder el sereno ambiente de paz que infunde la grandiosidad del contorno. La necesidad de obreros, lleva a la empresa que dirigía el ingeniero francés Félix Parent, a crear infraestructuras sociales y mejorar las condiciones de lo que se denominó entonces paternalismo industrial. De aquella época todavía se pueden ver buenos ejemplos de arquitectura tradicional minera. Aquello que fue la vida y la razón de un pueblo, tuvo también su parte dolorosa donde muchas personas perdieron la vida en las galerías y otros sufrieron la enfermedad el resto de sus días.