Pues esta mamá ha tenido una gran idea: hacer con ese dibujo una ilustración que ella misma enmarcará para la habitación de su niño, que acaba de nacer.
Hemos disfrutado con el proyecto de llevarlo a cabo en acuarela. Le añadimos un motivo decorativo que complementa bien la figura y que creemos, era necesario.
Como viene siendo costumbre en nuestras ilustraciones la lámina lleva dos alturas que crean un efecto que personalmente nos gusta mucho. Las luces y las sombras hacen que el dibujo tenga más sensación de volumen, se despegue del fondo y sea más cercano.
Nos ha parecido tan bonito, que le hemos cansado con tanta foto pero él no perdía su sonrisa picarona. Mientras lo hacíamos pensábamos en nuevos diseños, se nos han ocurrido varios proyectos. Chuuu, chuuu.
Lo más complicado fue buscar una caja donde transportar la lámina, que no se moviera y que quedara decente para entregar.
Cuando lo conseguimos, la forramos con nuestro papel habitual, le pusimos una pegatina e incluso hicimos un sello casero para indicar que la caja debe estar colocada boca arriba siempre. Como algo profesional.
Sabemos que este duende para Aitor ya está en su nuevo hogar, que está feliz. Gracias por vuestra imaginación compartida.