De puente a puente

A la Villa de Cervera de Pisuerga se accede por carretera a través de tres antiguos puentes de piedra, de los Siglos XVI, XVII y XVIII, después de haber soportado dentro de sus arcos y de sus estructuras cientos de toneladas que el transporte, a partir del siglo XIX, ha ido aumentando hasta nuestros días.

Los puentes son también parte del tesoro artístico y patrimonial de nuestras villas y pueblos, y no deja de sorprendernos la poca atención que se les ha dedicado. Así, el Puente sobre el Pisuerga en Aguilar de Campoó tuvo gravísimos problemas y a punto estuvo de colapsar, practicándole refuerzos integrales, y devolviendolo al tráfico una vez restaurado; en Saldaña también hemos visto como el puente sobre el río Carrión desaparecía en parte, y ha tenido también que someterse a obras, pues desaparecieron zonas de infraestructura y pilares; y no digamos el famoso puente de Vañes, en la C-627 sobre el Embalse de Requejada, conexión entre Cervera-Pernía y la Liébana donde después de hundimientos verdaderamente alucinantes se hizo un arreglo de emergencia hace unos cuantos años, pero como en este País lo provisional es lo que más dura, pues nada, "ahí te quedas Morena", los semáforos lo único bueno de ese puente estrecho y cuyas barandillas amenazan con caer al agua un día de estos, y no es una apreciación mía, sino su estado lamentable, y dado que la gravedad como principio físico existe, es atraído con ganas por esa fuerza inexcusable.

Cervera, curiosamente, salvo los caminos antiguos, está conectada hacia Aguilar, Palencia o Cantabria, a través de tres extraordinarios puentes sobre el Río Pisuerga y el Ribera, de los siglos mencionados, pero con una muy muy deficiente conservación.

El Puente llamado de Peña Barrio, salida fundamental hacia Aguilar de Campoó, ha sufrido constantes incidentes; su tráfico intenso y sobre todo de camiones pesados, con una anchura de la edad media, no puede soportar más que el tráfico en una sola dirección. Pero, ¿cuántas actuaciones ha tenido? Que yo recuerde, ninguna, solo una limpieza de piedra arrastrada hace unos años, pero poco más; sin semáforos para regular en tráfico, ni na de na. El que entra tiene preferencia, pero el que sale acelera y qué casualidad, se encuentran en el medio del puente cuando viene otro. ¿Quién va hacia atrás?, pue eso depende de los cabezotas que se saludan al medio, pero el puente como digo, abandonado y con problemas.

El de San Roque, que comunica con Pernía, Liébana y Valle de Polaciones, tremendamente abandonado y por el que circulan tuberías de varios tipos; estrecho, al igual que el anterior, sin semáforos y sin actuaciones.

Y en tercer lugar el Puente viejo de Valdesgares, hoy sin tráfico, pero formando parte de ese patrimonio monumental, en estado lamentable. Crecen las malezas y un estupendo árbol está a punto de reventar parte de la estructura, cayendo sillares con el consiguiente peligro de colapso. En fin, necesitamos que tomen medidas para que estas obras, piezas fundamentales para la comunicación de nuestra Montaña Palentina, en algunos casos, tesoros monumentales, no desaparezcan.

Imágenes: Curiosón/Estalayo

NOTA:

Quiero dar las gracias a Esteban Sainz, de la Universidad de Cantabria, por un interesantísimo artículo cuyo título es: SOS para el Puente de Valdesgares, que pronto aparecerá en los medios, del que no podemos más que aprender y dar las gracias, porque técnicamente es una maravilla.