¿De quién es la calle?

La calle es de todos, y para poder disfrutarla es importante responder unas normas de convivencia pero sin pasarse. Porque si de algún sitio no te pueden echar es de la calle. Y para muchos está siendo un refugio en estos tiempos de crisis económica en la que vivimos. Y es de “cajón de madera” que todos cuidemos un poco lo que nos pertenece, aunque lo comportamos con todo el Universo, pero parece ser que tampoco ahí parecemos sacar todo lo mejor de nosotros mismos.

Pero intentar regularizar la vida en la calle como si fuera un internado, creo que hay diferencia.

Me parece perfecto que se vigile y que nuestras aceras estén arregladas, y que podamos caminar sin ningún tipo de obstáculos y problemas. Pero también creo que lo que no te parece bien en tu casa no se haga en la calle. Y que el personal conozca que existen papeleras.

Pero que inviten a los méndigos como si lo suyo fuera un lujo y un capricho me parece irracional. Nadie está en la calle por gusto. La calle es lo que te queda cuando no te queda nada. La calle es el “hogar” , y es el espacio que muchos se han visto obligados a compartir con desconocidos, cargados de manías. La calle te cambia y te vuelve desconfiado y dependiente de la generosidad del que pasa.

Mendigar es una desgracia que te permite llevarte algo a la boca a muchos. ¿Y hasta eso van a quitar?

En Madrid estorban, y estorban en muchos sitios también. Y en mi opinión se debería poner soluciones. A mi me gustaría que no hubiera mendicidad en las calles, pero esconderlos no es la solución. Y no entiendo en que molestan los músicos o diversos artistas a quienes agradezco tremendamente que me alegren el día a día o el viaje en el metro. Ni a mi ni a nadie nos obligan a darles de nuestra calderilla, es un un acto totalmente voluntario. Nos ponen un hilo musical a nuestro día a día. Una manera tan honrada como otra cualquiera para llevarse el pan.

La música hace falta en nuestro país, te hace olvidar, te hace compartir, te hace pasar buenos momentos mágicos. Hay verdaderos artistas de calle que necesitan un empujón, darse a conocer y no se les valora.