Ayer en Egipto han sido ilegalizados la ONG Hermanos Musulmanes y, con toda lógica, el Partido Libertad y Justicia que ellos alumbraron para poder romper su promesa de no presentar candidato a las presidenciales. El sentimiento de alivio de mucha gente con la que he hablado sobre el asunto, haya sido cenando en Zitouni o posteriormente por Medan Aswan shisha mediante, va contra la lógica razón que mi buen amigo Rafa apunta: estaremos tranquilos un tiempo pero a partir de hoy empieza otra hermandad musulmana que será visible en un futuro más o menos próximo.
Cómo será la nueva organización? Sinceramente no tengo ni pajolera idea pero sí apuesto a que será igual de organizada que la ahora ilegalizada pero mucho, muchísimo más peligrosa. La propia historia de la hermandad se encarga de explicar cómo han ido creciendo en organización, propaganda e intensidad militar desde que crearon la "sociedad secreta" en la década de los 40. Es seguro que seguirán trabajando en el Egipto que no sale en los catálogos de las agencias de viajes porque no podrán renunciar al caladero que hay en la pobreza, y menos aún cuando ahora los salafistas les han dejado solos. Tejido interno y tejido externo con apoyos de otros países gracias al trabajo desde su central internacional de Londres.
Pero hasta lo que tarden en mostrar sus cartas, una vez que las reglas del juego les han eliminado, los fieles seguidores, nada más conocer la sentencia del tribunal, han empezado una peculiar protesta. Uno de los problemas que peor llevan los egipcios es el tráfico permanentemente colapsado; por más acostumbrados que tendrían que estar antes de detener el coche al final de la aglomeración ya están tocando el claxon de vehículo.
En Cairo o Giza excepto la noche, y mientras no sea fin de semana, siempre es hora punta porque son ciudades que no están hechas para los coches (menos aún para los peatones) y los posibles atajos hasta yo los conozco. Son un caos a la hora del día en que te muevas dando igual la zona por la que te muevas, más ahora que ya ha empezado la temporada escolar.
Pues bien, a algunos de los seguidores de los Hermanos Musulmanes no se les ha ocurrido mejor idea para protestar ante la ilegalización de la hermandad que parar sus coches en medio de las principales avenidas y salir de los vehículos con los brazos en alto diciendo que están averiados para hacer el atasco aún mayor. El egipcio, por lo general, es una persona amable y en este tipo de situaciones suele ayudar al que se ha quedado tirado -tal vez por salir lo antes posible del meollo- pero una cosa es que ese tipo de averías sean casuales (algo lógico viendo el estado general del parque automovilístico) y otra muy diferente es que todas las averías tengán el mismo patrón. Y es aquí donde ha entrado en juego la intuición de los conductores del transporte público -taxistas y conductores de autobuses urbanos hartos de dar vueltas por las ciudades-, su "profesionalidad" y su paciencia: en unos minutos ya habían descubierto qué eran esas averías. La solución, y estos ojos grises la han visto, ha sido parar y bajarse, hablar con el propietario del coche averiado y arrinconarlo, sentarse en el asiento del conductor y tratar de arrancarlo; una vez que comprueban que no es ninguna avería la decena de Luises Moya que ya rodeaba al Carlos Sáinz de turno se ha liado a mamporros -más o menos por igual- contra coche y conductor hasta que estaba éste último más calentito que el palo de un churrero. Hablo de lo sucedido en Mohandeseen aunque parece que el mayor número de averías se ha producido en Nasr City.
Como forma de protesta un prepúber hubiera tenido más imaginación y, seguro, más éxito. Serán así de torpes y estúpidos los hermanos venideros? Ojalá, pero apuesto que serán peor que el Señor de las Moscas.