Ilka Oliva Corado.
Trágicamente la muerte de Aylan Kurdi se convierte en la imagen mundial de la crisis de refugiados sirios. ¿Nos dolió esa imagen? Estoy segura de que sí, que nos dio en la médula, que nos dio en lo poco que nos queda de humanidad a esta sociedad del consumismo, oportunismo e indolencia en la que nos hemos convertido.
¿Tuvo que tomarse una fotografía de una cría que a su edad debió a esas horas estar durmiendo el dulce sueño de la infancia, para que la realidad nos abofeteara y nos sacudiera? ¿Es que ahora sí a través de la muerte de Aylan tomaremos conciencia del Genocidio Sirio y Palestino? ¿Cuántas vidas más de palestinos y sirios se tienen que perder para que el mundo reaccione? Para que el mundo voltee hacia Estados Unidos (y no como el país en el que los sueños se hacen realidad, ese eslogan podrido del capitalismo) e Israel, para que los juzgue por genocidas.
¿Cuándo la comunidad judía internacional levantará su voz y dejará de repetir la oración arrogante de sentirse el pueblo elegido y se volverá humana y dejará de elogiar dogmas que segregan? ¿Para cuándo sacerdotes y pastores hablarán a sus feligreses del Genocidio Sirio y Palestino en sus sermones de domingo? ¿Para cuándo viviremos la Teoría de la Liberación? ¿Acaso creemos inocentemente que orar soluciona todo?
¿Cuántas vidas más, cuántas ciudades bombardeadas, cuántos pueblos destruidos para que despertemos? ¿Cuánto tejido social tiene que ser calcinado para que el mundo reaccione? ¿Cuándo seremos capaces de detener a la OTAN y a Estados Unidos?
Hemos vivido como mundo en esta últimos 20 años la repetición de las invasiones estadounidenses que leímos en algunos libros de historia que contó la versión a favor del invasor y no del invadido y lo que es más cruel; nos la creímos. Y es tan absurdo que viéndolas hoy en día sigamos creyendo en la mediatización con la que nos la bajarean los medios vendidos al Imperio. Tengamos muy pero muy claro que esa crisis fue provocada por la invasión de gobiernos asesinos al mando de Estados Unidos.
Nos han contado de una Latinoamérica a la que Estados Unidos salvó del comunismo, cuando en realidad fue invadida, sigue siendo invadida con todo el afán de continuar el saqueo, la explotación de los recursos naturales. Lo mismo que en otros países del mundo. Nos contaron de un Irak en el que habían armas de destrucción masiva y que por esa razón Estados Unidos tenía que intervenir, cuando en realidad fue el pretexto para invadir, llenarse el oro y el petróleo. Cómo olvidar la invasión que hizo Israel en el sur del Líbano. En el 2013 Estados Unidos dijo que había armas químicas en Siria y que de urgencia había que intervenir, cuando en realidad son los recursos naturales.
¿Cuál es el resultado de tanta invasión, del Genocidio, de la expropiación de tierra? ¿De quitar el agua, el alimento, el trabajo, la cultura? Esa crisis que vemos hoy en día de refugiados que claman por techo y comida, que quieren paz. No, ellos no buscan los lujos de Europa, ellos quieren que a su país lo dejen en paz para que puedan vivir en tranquilidad. Han saqueado tantos países, más de 70 y los han dejado en la miseria, en las puras costillas. Eso hace el capitalismo, eso hace el Genocida más grande del mundo, eso hacen los gobiernos oligárquicos que venden su propia gente y tierra a Estados Unidos.
Nos dicen que Venezuela está bajo una dictadura, cuando en realidad Venezuela lucha todos los días por levantarse y rescatar la patria de las huellas del Imperio, eso la convierte automáticamente en enemiga de Estados Unidos y de la avalancha de desinformación y de injerencia capitalista que manejan los medios de comunicación, es un bombardeo mediático constante que no deja respirar los cerebros de las masas amorfas.
Una prueba vital de que Estados Unidos muere de ganas de invadir Venezuela es el decreto que firmó Obama donde declara al país latinoamericano como peligroso para la política interna del Genocida número uno del mundo. ¿Qué nivel de incoherencia es ese? Y la masa amorfa mundial se lo cree. Será nuestra responsabilidad como humanidad que Estados Unidos invada Venezuela y la lleve a la miseria como a Siria y Palestina y otros tantos países a través de la historia. ¿Queremos ver una Venezuela saqueada? ¿Qué lleguen soldados gringos a violar niñas y mujeres como lo han hecho en cada país que invaden? ¿Queremos ver “prisioneros de guerra”? ¿Queremos ver en el futuro los videos de las torturas de soldados gringos contra venezolanos, como las hemos visto contra los iraquíes?
¿Qué pasa con esa Latinoamérica que no reacciona? En dónde está Perú con tantas bases militares estadounidense y con explotación de recursos naturales a favor de multinacionales estadounidenses y canadienses. En dónde está Colombia con ese gobierno de oligarcas masacrando a su propia gente con orden paramilitar al servicio de Estados Unidos. La oligarquía paraguaya poniéndose de tapete para que Estados Unidos llene de tanques de guerra con miras hacia los países que sacan la cara por la región. Ese gobierno mexicano de podredumbre, que vendió el petróleo, que privatizó hasta el aire, que sigue desapareciendo, torturando y masacrando a su propio pueblo en ese genocidio que el mundo no quiere ver. Esa Centroamérica rancia podrida en oligarquía. El Caribe siempre en guerra con sus hermanos.
¿Cuántas pruebas más necesitamos para darnos cuenta que el capitalismo no es la solución? ¿Qué la política externa de países asesinos no es la solución? ¿Qué es lo que haremos para despertar de una vez por todas? ¿Para ser humanos?
Si nos dolió la muerte de Aylan tengamos la capacidad de plantarnos en dignidad y evitar más invasiones estadounidenses por medio de las oligarquías mundiales. A través de la historia también nos hemos dado cuenta que cuando el pueblo se pone de pie logra vender hasta lo imposible. Nadie busca ser enemigo de Estados Unidos, no hay un solo pueblo honrado que busque guerra en contra de Estados Unidos, es Estados Unidos el que inventa las guerras y las invasiones para solapar los saqueos y los genocidios. ¿No somos capaces de descifrar los tantos golpes blandos que sufren los países progresistas en Latinoamérica?
Ni Siria ni mi patria Venezuela son enemigos de Estados Unidos, eso está muy claro. Son pueblos de paz que solo quieren vivir en libertad. Estados Unidos vívidamente se va acercando a Venezuela con la ayuda de gobiernos traidores que abren paso a las bases militares, esa parte derechista de la Latinoamérica mancillada será la culpable de una eventual invasión. Venezuela resiste, resiste su gente humilde y guerrera, sus intelectuales, sus poetas, sus niñas de periferia, sus patojos campesinos, resiste su dignidad y las hermosas montañas y sus ríos.
Si nos duele la muerte de Aylan pero somos de los que creen que Venezuela sufre la sangrienta tortura de un dictador al mando del país, quiere decir que gallina que come huevos ni aunque le quemen el pico.
¡No pasarán!
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