¿De tal palo, tal astilla? La vulnerabilidad genética (Parte III)
Si alguna vez has caído por debajo de la nube negra de la depresión, sabes muy bien el dolor y la sensación de impotencia y desesperanza que invaden al espíritu.
La vulnerabilidad genética se extiende a los trastornos de salud mental; un estudio de American Journal of Psychiatry encontró que la depresión en la familia duplica el riesgo de la prevalencia en la población general en un 7 por ciento. Pero de acuerdo con la pionera mente y cuerpo, la doctora Alice D. Domar, directora ejecutiva del Centro Domar para la Salud Mente / Cuerpo en Boston y profesora asistente de obstetricia, ginecología y biología reproductiva de la Harvard Medical School, se puede estructurar la la vida para darle una ventaja sobre la enfermedad. Eso significa construir apoyo social siempre que sea posible. Unirse a un club de lectura, como voluntario en la iglesia o salir y estar con gente, ya que el aislamiento social está vinculado con la depresión.
El ejercicio puede tener una gran capacidad para tratar la depresión; la investigación muestra que funciona tan bien como, si no mejor, que la medicación antidepresiva.
Complementar los entrenamientos con una dieta mediterránea, cereales integrales y grasas saludables, se ha demostrado que puede reducir la probabilidad de la depresión, junto con la enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo en el futuro.
Y debes hacer un esfuerzo para cultivar un sentido de empatía hacia ti mismo. Una de las razones por las que la gente se deprime es que sienten que siempre están cayendo por debajo de sus metas personales. Fijar expectativas realistas, y luego lograrlas, deja un sentimiento de poder y confianza.