Por Miguel Angel García Alzugaray
Es un hecho probado que la falta de principios éticos y morales, los valores antisociales y aberradas ideas políticas transmitidas de padres a hijos, contribuyen a que en éstos se desarrollen perniciosas conductas negativas, muchas veces de carácter criminal que los convierten en un peligro para la humanidad.
Por ello, si usted es de los que piensa que Jair Bolsonaro es un buen ejemplo de un cipayo fascista al servicio del Imperialismo yanqui, puede añadir a la lista de engendros de esta naturaleza a su hijo, Eduardo Bolsonaro, que, según sus propias declaraciones y trayectoria política, pretende eclipsar a su progenitor en su repudiable afán de lamer las botas de sus amos de la Casa Blanca.
Al parecer, Bolsonaro hijo, embriagado por las generosas cantidades de alcohol (u otras drogas) que consumió con los precitados compinches, o a causa de uno de sus frecuentes ataques de Delírium congénito, el hijito de Jair Bolsonaro ha llegado a afirmar que era hora de unir fuerzas con Washington para derrocar a la revolución cubana.
Eduardo Nantes Bolsonaro, llegó a colgar una foto en su perfil de Twitter en la que luce una camiseta con un mensaje anticomunista: “Sé bueno, no seas comunista”.
En su cuenta de la red social Twitter, publicó la mencionada imagen, acompañada del texto: “La izquierda se unió y generó una dictadura sanguinaria en Cuba.
“Llegó la hora de unirnos para deshacer la bestia que ellos hicieron”. Ese tuit confirma sus intenciones, la de su padre y de toda la derecha, de librar una batalla para destruir la nación caribeña, y uno de sus capítulos fue lo realizado contra los profesionales cubanos de la salud que participaban en el programa Más Médicos.
De acuerdo a lo informado por el diario brasileño OGlobo, durante su visita sostuvo también encuentros con asesores del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca para “mostrarles pruebas” que pueden permitir abrir una investigación internacional por supuestos crímenes financieros contra “la revolución cubana”.
En particular, durante el encuentro sostenido con el corrupto Senador Marco Rubio, quien preside el Subcomité para el Hemisferio Occidental en Estados Unidos, ambos legisladores explicaron que existen “instrumentos de investigación” dentro de la Convención de Palermo que permitirían acusar al Gobierno cubano de formar parte del “crimen organizado” y una alianza entre las administraciones de Trump y Bolsonaro podría permitir llevar adelante este propósito, indicó OGlobo.
El rotativo brasileño precisó que durante este viaje Eduardo Bolsonaro actuó como portavoz oficial de su padre en temas referentes a la posición de la política exterior de Brasil una vez que Jair Bolsonaro asuma el poder.
Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, mantuvo una intensa agenda de reuniones en Washington con funcionarios de peso del gobierno de Donald Trump, como la secretaria de Estado adjunta, mientras se ultimaban los preparativos antes del arribo del consejero John Bolton a su país.
El diputado del Partido Social Liberal (PSL) Eduardo Bolsonaro, tuvo una serie de encuentros en Estados Unidos en su segundo día de actividades, informó la estatal Agencia Brasil.
Al hacer un balance de la primera ronda de conversaciones con funcionarios estadounidenses, Bolsonaro dijo que se analizaron posibles acuerdos bilaterales sobre delitos financieros, en los que podrá actuar el futuro “súper ministro” de Justicia Sergio Moro, el exjuez de la causa Lava Jato.
Maquinaciones contra Cuba y Venezuela
Bolsonaro se mostró optimista sobre la posibilidad de “congelar fondos y todo aquello que se relacione con los gobiernos cubano y venezolano”. Además, confía en la experiencia del juez Sergio Moro, que “sabe más que nadie sobre lavado de capitales, combate al crimen organizado, sobre la Convención de Palermo”, acotó.
Jair Bolsonaro confió a su hijo la tarea de estrechar vínculos con la administración Trump y grupos conservadores ligados al Partido Republicano y este no es el primer viaje a Estados Unidos, en uno que realizó hace cuatro meses se reunió con Steve Bannon, exestratega de la campaña de Trump en 2016, e impulsor del “Movimiento”, una agrupación mundial de referentes extrema derecha.
Pero este último viaje a Estados Unidos fue especial, ya que ocurrió en vísperas del desembarque en Río de Janeiro del consejero de Seguridad Nacional, quien se reunió con Jair Bolsonaro para estrechar relaciones. El mandatario electo dijo estar “feliz” de recibir a Bolton y para poder estar en Río abrevió su agenda de trabajo en Brasilia, donde está montando su gabinete.
La tenebrosa agenda de Eduardo Bolsonaro
Antes de visitar el Consejo de Seguridad Nacional el diputado Bolsonaro mantuvo un encuentro en Washington, con Kim Breier, la secretaria de Estado Adjunta para el Hemisferio Occidental. “Tuvimos una conversación productiva sobre temas en los que Brasil y Estados Unidos pueden cooperar”, comentó en las redes sociales el legislador brasileño.
En otro de sus compromisos el dirigente se encontró con el desprestigiado secretario general de la Organización de Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro.
Al margen de la agenda con funcionarios, el legislador del PSL mantuvo una reunión con el American Enterprise Institute, centro de estudios conservador, donde se habló de la nueva política externa brasileña a partir del primero de enero cuando asumirá Bolsonaro.
En esa cita “escuché muchas críticas a Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores), nosotros vinimos (a EEUU) con la propuesta de lanzar un nuevo Itamaraty, renovado”, dijo Eduardo Bolsonaro. Y para corroborar esto, propuso que en breve viaje a Estados Unidos el designado canciller Ernesto Araújo, un diplomático que propuso “extirpar” a la izquierda del Palacio Itamaraty y dar vigor a una política externa basada en la “fe y el nacionalismo”.
Senblanza del heredero de un fascista
Alineado con posiciones ultraderechistas que no ocultan su admiración por la ideología fascista, Eduardo Bolsonaro es conocido por sus polémicas declaraciones contra el Matrimonio entre personas del mismo sexo, la política de cuotas y la criminalización del comunismo. Afiliado al Partido Social Cristiano, disputó el cargo de diputado federal en las elecciones de São Paulo en 2014, saliendo elegido con 82 224 votos. Entre sus principales propuestas figuran la reducción de la mayoría de edad penal, la apuesta por la agroindustria, la lucha contra el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra o el trabajo forzado y los castigos físicos para presos.
El 27 de abril de 2016, Eduardo Bolsonaro propuso en la Cámara de los Diputados, un proyecto de ley que pretendía anular la Resolución 213/15, del Consejo Nacional de Justicia (CNJ), por la que se instituían las llamadas «audiencias de custodia», es decir, el habeas corpus: la obligatoriedad de presentar a toda persona detenida ante un juez en el plazo máximo de 24 horas. Bolsonaro argumentaba que tendría efectos procesales, al superponerse sobre el derecho procesal penal.
El 24 de mayo de 2016, presentó un proyecto de ley para criminalizar toda apología al comunismo, ya fuera comercializar, distribuir o portar símbolos, emblemas, ornamentos, distintivos o propaganda que utilice la hoz y el martillo o cualesquiera otros medios para fines de divulgación favorable al comunismo.