Las Mercedes
La actualidad la marcan los tesoros. Un avión ha traído desde el otro lado del Atlántico un tesoro de una fragata española hundida en el fondo del Atlántico. Habrá que ver a qué se destinan los miles de monedas: dicen que van a ir parar a varias instituciones museísticas españolas, aunque, quién sabe, seguro que más de un gestor público se vería tentado de destinarlas a enjugar la deuda ingente que asfixia nuestras arcas. El oro español que inundó Europa, traído de América hace siglos, podría volver a echarnos un cable, aunque me temo que de poco iba a valer. El mismo Estado que nos devuelve el tesoro de La Mercedes embarga el tesoro de un colegio privado por una deuda de la Seguridad Social. Las tizas, los pupitres… Los bienes más preciados de cualquier niño que vaya al colegio, los medios materiales que constituyen sus aulas. Y luego los devolvió. Es otra imagen de esta crisis que acaba con los sueños, como lo es la del duque imputado en un caso de supuesta corrupción en un nada inocente cuento en el que la justicia intenta averiguar el paradero de otro tesoro perdido en forma de fondos públicos malversados.