Últimamente me estoy volviendo loca. Más aún si cabe. Ya no es que hable sola, ni que cante en la ducha (eso es pan nuestro de cada día)…es que ahora me dicto posts a mi misma y cuando veo ¡no he escrito un carajo! siendo que según yo he escrito como enajenada mental en el blog. ¿Ven? ¡Locura extrema! Pero esa es la razón por la que no están recibiendo mis posts. No es que esté desaparecida y la maternidad me tenga absorbida. Es que la neurona postpreñi se olvida de que no vale el borrador en la mente…hay que ¡teclearlo!
Así que hoy vengo a contarles unas cuantas buenas nuevas ya que me dispuse a sentarme y escribir.
En principio puedo decirles que hay 5.896.300 de parados en España y actualmente se han unido dos más a las filas. Mis dos tetas están en paro. No por gusto pero digamos que las tres mastitis que me han acompañado en esta cuarentena equivale a un ERE masivo que las ha puesto en reposo y esperando ver si algún día se reactivan.
Debido a esto, hemos tenido que pasar al plan B de BIBERÓN. Con Critter la historia fue melodramáticamente culposa pero encontré unos biberones fantabulosos, los Tommee Tippee y me volví megafan de la marca (esto no es un post patrocinado cabe aclarar). ¿Y que es lo que hace una madre con experiencia? ¡Repite patrones! Así que toma Tommee Tippee para Kraken. ¡¡¡ERROOOR!!!
Si el niño no tiene caca, frío, ni cólicos ¡pues tiene hambre! Y si le ofreces el bibi y no quiere hay de dos sopas: o que el bebesaurio está lleno o ¡NO LE SALE NADA AL BIBERÓN!
Y esa era la historia…Kraken succionaba y succionaba hasta ponerse rojo y le salían cuatro goticas de ná…¡la tetina 1 no le va! Y ahí va la madre a comprar tetina 2 ¿y que creen? TETINA 2 SALE A CHORRETONES y Kraken vomitaba y resultaba que lo tenía empachado porque comía mucho. ¡No me extraña que pese 5 kilazos y tenga cara de panadero!
Así que el buen pediatra -hombredeinfinitapacienciaterrenal- me hizo un dibujinchi todo mono para explicarme -como si fuera novatísima- cómo tenía que fluir el líquido blanco y que por amor de Dior cambiara de biberón.
Y ahí fui de compras y traje unos modelos chulísimos. Y nanain naranjas de la China. O sea NO LE GUSTO NI UNO.
En 7 días he pasado a ser mas allá de tester de tetinas y biberones a ser ¡CATADORA!Llego a la farmacia y les pido que me dejen probar el ejemplar en cuestión para ver si el chorro se amolda al dibujinchi del pediatra. Me dicen que estoy loca. Le digo que tengo 20 biberones y que ninguno le vale a Kraken.
La farmacéutica muy mona me pregunta ¿no será que quiere teta? Y claro entre dientes le sonrío y le digo que mis pezones tienes cuatro posiciones: flujo leve, flujo moderado, flujo serpenteante y flujo rayo láser fulminante te voy a matar. Y después de esa explicación me abre el biberón y procedo a explorar el tamaño de los agujeritos.
Ya sé listillos que me dirán que antiguamente se hacía el agujero del biberón más grande ya sea cortándolo con tijeras o para los más DIY y meticulosos con un alfiler caliente y estirando el latex. Ajá. Lo he intentado. N A D A.
He tenido que cambiar de farmacia. Creen que tengo un problema obsesivo compulsivo y ya no me dejan probar más modelos. ¡Menos mal que no pedí preservativos!