En los últimos cuatro días de Fallas de todo hemos tenido.
El día 17 se corrieron novillos de Núñez del Cuvillo, flojos pero con un puntito de casta que les hizo no venirse abajo, ese día Morante nos mostró otra forma de entender el toreo, huye de la mediocridad en la que tantos otros viven. No fue su tarde, pero con todo él siempre es especial, en su primero se estiró a la verónica, quiso hacer un quite por chicuelinas, se pegó una voltereta el toro y esperó a terminar es segundo tercio para salir y repetir su quite ¡genial! Inicio de faena sentado en el estribo, después unos ayudados por alto deliciosos poco después se vino abajo el novillo. Daniel Luque esa misma tarde recibió a su primero con las verónicas de la feria. Torear tan despacio al natural como lo hizo Manzanares hacía mucho tiempo que no se veía por estas tierras, tenía la puerta grande ganada y el de Alicante quiso matar recibiendo, pinchó, pero solo el gesto me emocionó.
Como me emocionaron los murubes del Capea, de los que no esperaba nada pero me sorprendieron y como digo algunos me emocionaron, el cuarto de la tarde que tocó en suerte a El Cid sea probablemente el toro de la feria.
El día 19 no hubo toros, mal fario me daban de inicio lo de Las Ramblas y esta vez por desgracia no erré, no tuvieron nada dentro y por fuera una presentación de plaza de tercera, el ganado ha costado la feria a Enrique Ponce, él y el resto de figuras que junto a él se han anunciado deberían hacer examen de conciencia y pensar mejor a qué se enfrentan, les guste o no Valencia es plaza de primera.
Terminamos el serial con una corrida de Adolfo Martín, impecable de presentación pero floja como casi todos los que se han corrido en estas fallas, ante ellos dos valientes, Tomás Sánchez y Alberto Aguilar, se jugaron la vida para intentar negar a su suerte.
Lo dicho en estos cuatro días hemos tenido de todo…