¡Hola, lectores cafeteros!
Llevamos ya un tiempo sin actualizar esta sección, ¡y ya era hora de hacer algo! Esta vez, os traemos un tema que nos gusta especialmente: libros o películas en los que los escritores son los protagonistas (desde los más conocidos hasta los que simplemente escriben para desahogarse). Así que, sin más dilaciones, vamos al ajo.
El Diario de Bridget JonesTodo lo que tenga la cara de Colin Firth es el bien, pero hoy no nos vamos a centrar en él (una pena, otra vez será prometido). Hemos incluido a Bridget en esta lista porque, aunque no aspire a ser profesional y solo utilice el lápiz y el papel para descargar su frustración, su tristeza o para perpetuar sus mejores (y raros) momentos, escribe. Vamos a obviar el desastre que se ha hecho Renée Zellweger en la cara, por favor.
Fangirl¡Cómo no, un clásico ya de este blog! No podía faltar alguna obra de Rainbow Rowell. En Fangirl, seguimos a Cath, una post-adolescente universitaria que adora escribir fanfics pero que no se atreve con nada más allá de esto. Poco a poco, vamos viendo cómo evolucionan tanto su vida personal como la literaria, que tiene un peso bastante importante en la historia. Tiene que empezar a desvincularse de su hermana, a conocer gente nueva y a lanzarse a la piscina de la escritura más personal, con personajes propios y experiencias reales.
Love Letters to the Dead & The Perks of Being a Wallflower
Acabé Love Letters to the Dead hace apenas unos días y The Perks es uno de mis favoritos desde que lo leí (y además la peli está genial, totalmente recomendada). Tienen muchas cosas en común, pero lo más llamativo es su estructura: ambas son novelas epistolares. Los protagonistas encuentran su propia catarsis a través de la escritura de cartas que nunca serán recibidas.
Para Laurel, al igual que para Charlie, se avecina un comienzo de curso un tanto difícil: primer año de instituto, nuevas amistades, el primero amor, las fiestas y todas esas experiencias que nos enseñan en las pelis americanas.
Laurel ha perdido a su hermana y Charlie a su único amigo. Ambas historias nos muestran la escritura como terapia y purificación, una vía de escape. Shakespeare in LoveEn esta película, que tiene más tiempo que la playa pero que sigue siendo de mis all-time-favoritas, vemos a un Shakespeare mujeriego, en constante búsqueda de la musa que le inspire una obra maestra. Además, nos muestran a un escritor apasionado, inconstante e ingenioso, capaz de engañar para ganarse el pan pero también de escribir actos enteros en una noche y de crear tanto las más hermosas tragedias como las más desternillantes comedias. Además, mirad a Joseph Fiennes (omá qué rico).Un invierno en la playa (Stuck in Love)Las críticas son mixtas: unos señalan que la historia es simplona y predecible, pero otros le dan más peso a que los personajes estén bien desarrollados y los diálogos sean ingeniosos. La película empieza cuando Samantha (Lily Collins), una estudiante universitaria promiscua que no cree en el amor, llega a casa por Acción de Gracias y anuncia que han publicado su primera novela, un proyecto en el que había estado trabajando de forma independiente y en el que ha volcado toda la frustración acumulada en el divorcio de sus padres.
La ladrona de librosTampoco podía faltar en la lista The Book Thief, tanto libro como película son increíbles (aunque nosotros nos quedamos con el libro, sin dudarlo).
La historia de Liesel nos cuenta mucha cosas, pero lo principal es que la literatura es uno de los mejores modos para saltar a otro universo sin movernos del sitio. Leer nos conecta, nos provee con un trasfondo histórico esencial para evitar tropezar con la misma piedra, y nos ayuda a superar abusos, guerras y aislamientos. Y, como si de una evolución natural se tratara, Liesel pasará de ser lectora a escritora.
La belleza de los libros está precisamente en que no tienen final: las palabras se extienden incluso años después de haber pasado la última página.