“El fútbol es una patria instántea”. La pluma de Daniel Samper traza esas palabras en el libro Cuando nunca perdíamos, 15 miradas sobre el Barcelona. Y destaca, con sabiduría, que el “aficionado a un equipo ya no está solo en el mundo. Pertenece a algo”. El Flaco Spinetta, que murió hace horas nomás, a los 62 años, sentía la vida color de River. Era habitante de esa patria y defensor de un ADN pelotero de alto vuelo. Aquel de los setenta, con los jugadores del Millo dibujados con galera, traje y bastón. Ese de Jota Jota, Merlo y su Capitán Beto. Poeta en sus letras y su mirada futbolera, el Flaco sacaba pecho años atrás por ese estilo de juego. Y en una entrevista con el diario Crítica, dejaba esta sentencia eterna. Inmortal. “Si River juega bien, me encanta, porque cuando gana, no gana de pedo. Gana porque juega bien. De pedo, a veces, le han ganado. River cuando gana, gana con todo. Lo único que falta es que nos caguemos también en eso”.