San Engelmar de Passau, ermitaño y mártir. 14 de enero.
Era Engelmar de origen campesino y después de una vida de trabajo en el mundo, se unió a un grupo de ermitaños que vivían en las cercanías de Passau, bajo la autoridad de un obispo de rito armenio llamado Gregorio. Sobre 1093 este obispo murió y el grupo de ermitaños se relajó, por lo que engelmar los abandonó y se fue a hacer vida solitaria en el bosque de Windberg, subiendo la ribera del Danubio. Allí, en pleno silencio se dedicó a la oración y al trabajo manual, llevando una vida penitente.
La gente cercana le admiraba, pues siempre tenía una palabra de aliento, una oración o algo que compartir. Esto levantó los celos de otro eremita que vivía cerca y junto a unos ladrones, le apuñaló, pensando salir de él; los ladrones por su parte lo hicieron para robarle el oro que supuestamente tenía escondido el santo. Enterraron el cuerpo bajo la nieve y se fueron. Todos pensaron que el santo se habría ido, hasta la primavera, pues el Domingo de Pentecostés de ese mismo año, 1100, la nieve se derritió y un caballero descubrió el cuerpo del eremita al día siguiente. Lo enterró piadosamente y pronto comenzaron a darle culto e invocar su auxilio.
En 1140 el abad Rudbert de Passau elevó las reliquias a un altar, lo cual es considerable a una beatificación. En 1146 el abad Gebhard de Bedenburg escribió una "vita", en la que se recogen algunos testimonios de primer orden y varios milagros obrados por el santo en vida y luego de entrar al cielo. En 1510 su cuerpo se trasladó a la iglesia parroquial de Passau, donde se le levantó un altar dedicado a su memoria. Todavía su culto permanece y cada lunes de Pentecostés se celebra la Invención de su cuerpo con un curioso juego: se esconde una imagen del santo en el bosque y quien la halle, la lleva triunfalmente a la iglesia. Es abogado de los campesinos, los fabricantes de cuchillos, y se le invoca contra las nevadas, las enfermedades de los animales y las malas cosechas.
Fuente:
-"The Oxford Dictionary of Saints". DAVID HUGH FARMER. Oxford, 1998.
A 14 de enero además se celebra a Santa Macrina la Anciana, viuda.