Revista Viajes

De viaje por los Dolomitas (II)

Por Rafael @merkabici

El otro día te comentábamos todas las opciones para irte a pasar unos días con tu bicicleta (y eventualmente con tu familia) a los Dolomitas. Una vez que ya tienes claro dónde están, cómo llegar y los diferentes sablazos que te van a meter en todos los sitios donde tomes algo o duermas, es hora de pasar a lo que más nos gusta: las rutas y machas por allí.   Dolomitas son puertos, puertos y más puertos. Es posibles hacer salidas circulares de cien kilómetros sin tener ni un solo metro de llano, enlazando el final de la bajada de un puerto con el principio de la subida del siguiente. El paraíso del amante de las latas pendientes y los paisajes espectaculares, porque de las dos cosas hay en abundancia.   Hay dos nombres que no te puedes perder por nada del mundo. El primero de ellos es el Pordoi, el que durante más de medio silo fue el puerto más mítico de Italia, y donde Coppi y Bartali se atacaban hasta la extenuación. Hoy en día ha quedado relegado un poco en la memoria de los aficionados (aunque sigue siendo el puerto más ascendido por la carrera italiana), pero sus más de 2200 metros de altitud y sus continuas curvas de herradura en los quince kilómetros que aproximadamente tienen sus dos pendientes lo hacen suficientemente atractivo como para que tengas que visitarlo. Los paisajes son, como todos en la zona, absolutamente increíbles.

El precioso Pordoi

El precioso Pordoi

El otro puerto es mucho más duro, y de hecho te hará esforzarte como pocas veces en tu vida: El Passo Fedaia, más conocido como la Marmolada. Pasar por la garganta de su parte inferior ya sería suficiente reclamo para el cicloturista, pero sus seis kilómetros finales por encima del once por ciento de media, su recta de 2000 metros al doce por ciento (la famosa Malga Ciapella, la tumba de los campeones) y el espectacular paisaje de la parte superior, justo debajo del Pico de la Marmolada, de más de 3000 metros, y bordeando un lago glaciar, hacen de este puerto uno de los ineludibles.

La Marmolada...odiarás esas curvas

La Marmolada…odiarás esas curvas

A partir de aquí tienes todo tipo de opciones para degustar un sabroso plato dolomítico, siempre con su dureza y su espectacularidad visual-. Puedes optar por subir el sostenido pero llevadero Passo Gárdena, quizás el puerto más espectacular de la zona. O adentrarte más allá del Rifugio Auronzo y sentir que el corazón se te sale del pecho mientras subes a las Tre Cime di Lavaredo, bajo la imponente triple sombra de esos picos imposibles. Puedes subir los pequeños y entretenidos Passo Pinei y Passo Campolongo, o sufrir durante horas en los interminables Falzarego y Forcella Staulanza. También puedes probarte en las altas pendientes con los muros centrales del Passo Nigra o con la pared final del Passo di San Pellegrino. O enlazar el escénico Passo Sella con el traicionero Passo Vallés. Todas estas opciones y muchas más son posibles en este paraíso montañoso que son los dolomitas.   ¿Cómo? ¿Qué no conoces la mayoría de los puertos de los que hablamos? No te preocupes, en Marchas y Rutas te los vamos a presentar todos uno a uno…ten paciencia, y empieza a preparar tus vacaciones a escondidas.


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