Tengo debilidad por los libros que retratan librerías y su gestión a medio camino entre la magia y la administración creativa. Por eso me prendé al instante de LA PEQUEÑA FARMACIA LITERARIA, de Elena Molini.
LA PEQUEÑA FARMACIA LITERARIA
de ELENA MOLINI¿Existen libros que actúan como medicinas para el alma? Yo creo que sí. Y la autora lo defiende con esta historia de tintes autobiográficos que relata su experiencia personal con su propia librería. Me encantaría visitarla en su rincón de Florencia. Una sección exhibe una selección especial que recomienda libros a través de prospectos medicinales con sus indicaciones, efectos secundarios y posología. Si sufres de tristeza, mal de amores o soledad, un libro te espera con las hojas abiertas para reconfortarte. Un consuelo hermoso, ¿verdad?Describiría este libro como una mezcla de Bridget Jones y La librería del señor Livingstone. Recomendable para lectoras de ambas. Su protagonista es una chica algo abatida por las decepciones del trabajo editorial y los novios insuficientes, dueña de su propia librería al borde del abismo y compañera de piso de tres amigas del alma. Abundan las escenas de camaradería femenina con las locuras y peculiaridades de cada una. Contigua a la librería, una cafetería da un contrapunto masculino con el camarero que sirve y cotorrea allí. Es uno de los personajes más entrañables del conjunto y yo diría que encarna el elemento más romántico con todas sus nefastas consecuencias. La amistad, en sus mejores y peores momentos, es un pilar fundamental. Además, la literatura brilla en multitud de títulos que vale la pena investigar.La trama de la novela se centra en las vicisitudes cotidianas de la librera, Blu, que incluyen especialmente las aventuras de su librería desde sus precarios inicios, la variopinta clientela con sus anhelos y excentricidades, y el despegue fulgurante gracias a la temática terapéutica de los libros. Corren algunos aires amorosos de fondo, tiene algunos golpes de humor a tenor de frases ingeniosas y ciertas escenas esperpénticas, y un elenco de personajes poco ortodoxos arropa a la librera sin dejarla respiro en ningún momento. Cuenta con una misión heroica en busca de una figura misteriosa que mantiene la curiosidad en un punto álgido durante casi toda la historia. Lo que me ha descolocado un poco es el segundo tramo de la novela. La comedia de enredos se dispara, girando por derroteros cada vez más disparatados. Por un lado, está bien porque es entretenido y nunca sabes lo que va a pasar. En contraste, mezcla visos biográficos con fenómenos inexplicables que me han desconcertado. No sé muy bien cómo tomarme este planteamiento. Quizá la autora no sabía cómo rematar el concepto de su farmacia de libros curativos o, en aras del mensaje, ha fundido realidad y fantasía en una metáfora edificante. A gusto del consumidor, supongo. En mi caso, me ha desinflado un poco.Vale la pena consultar el anexo con una relación de sugerencias literarias con su categoría farmacológica y sus tratamientos. Muy inventivo. Dan ganas de tomarse el medicamento :-D
Citas favoritas:En un instante me envolvió el aroma de los libros como una manta caliente.
Apagué la luz y escribí la palabra <<fin>> en aquel larguísimo día.
Cuando seáis felices, que no os pase inadvertido.
Cuando estás acostumbrada a las derrotas, desconfías siempre de la felicidad.
Había pasado tan poco tiempo, pero para mí era como si hubiera pasado un siglo, de tan denso de felicidad, angustia y cansancio como había sido ese período.
Datos de LA PEQUEÑA FARMACIA LITERARIA(La Piccola Farmacia Letteraria)Web de Elena MoliniEditorial MaevaNarrativa contemporánea Tapa flexible con solapas280 páginas; 19,90€
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Babel
por fin tiene unos días de descanso del furor mundano.