Dentro de los preparativos de la visita del Papa Francisco a Holguín se acometieron obras de restauración constructiva en carreteras y fachadas de casas.
Este mejoramiento de la imagen de la ciudad también incluyó la recogida de las personas que deambulan pidiendo limosna o acostados sobre cartones en cualquier sitio céntrico de la urbe.
“Nos extrañó que de un día para otro estas pobres personas desaparecieran como por arte de magia”, dijo Enrique Domínguez, un dependiente de la popular cafetería La Cubita.
Tania Cantillo, trabajadora por cuenta propia, interpretó la recogida de los deambulantes por la visita papal como “un penoso hecho de limpieza social para dar una falsa imagen al Papa Francisco, y al mundo, de un Holguín próspero y sin pobres.”
El ingeniero Camilo Consuegra notó que al día siguiente de la partida papal de la isla todo volvió a la normalidad y “los homeless invadieron las calles de Holguín”.
Según Omar Quiroga, vecino de la calle Aguilera esquina Maceo, cada día se nota un incremento de la cantidad de deambulantes por Holguín.
“Ya es vergonzoso para los que habitamos esta ciudad ver tantos pobres que te acosan pidiendo dinero”, comentó.
Un trabajador de la dirección provincial de Salud, que prefirió el anonimato, confirmó que los deambulantes fueron recogidos en los días previos a la visita papal y “las llevaron a una instalación conocida popularmente como ITH donde permanecieron, en contra de su voluntad, hasta que el Papa Francisco partió de Cuba.”
También informó que el Gobierno carece de recursos para brindarles ayuda permanente a los desamparados que pululan en la calles.
“El incremento de la cifra de indigentes en Holguín, hombres, mujeres y jóvenes, es el resultado de la crisis económica del país y de la incapacidad gubernamental de darle solución a este problema”, acotó.