Revista Atletismo
Han pasado varios meses sin poder entrenar como me gustaría, y ahora que parece que mi tobillo se encuentra mejor, decidí, junto con un buen amigo, apuntarme a la XXX Carrera Popular de Alalpardo; villa sede del club de Running al que pertenezco (Alalpardo Running Team).
La prueba es un 9k por terreno de asfalto y tierra, con una primera parte de subida durilla, que se relaja según entramos al monte, aunque siempre se mantiene empinada y va dejando cargaditas las piernas. La segunda parte es en bajada fácil en la que se puede ir rápido, para volver llegar a un ligero tramo de asfalto que nos dejará en una zona prácticamente llana de tierra que nos devuelve a la meta. En total se dan 3 vueltas.
La idea era salir tranquilos y ver como nos ibamos encontrando. Tras la vuelta de vacaciones, y a la actividad, la subida de mis pulsaciones había sido más que palpable, y aunque parecía que todo había vuelto a la normalidad tras largas sesiones de fondo, todavía no me había probado en algo que tampoco es mi fuerte, la velocidad.
El primer kilómetro pasa a 4min 36seg, voy realmente bien y el segundo kilómetro lo hacemos a 4min 15seg. Le digo a mi compañero "tío, vamos a darle un poco más", me responde "pufff, voy a tope" ... a lo que respondo "bueno yo tiro".
Voy adelantando a corredores, lo que hace que poco a poco me vaya creciendo. No tengo molestias, voy agusto, voy como hacia mucho tiempo no había sentido, los 3 últimos kilómetros los hago a tope; esos kilómetros en los que sientes como el lactato se apodera de tus músculos, como quieren parar y como tu cabeza dice "no, no, aquí se sigue hasta el final a este ritmo".
Finalmente me quedo a las puertas del podium en mi categoria (obviamente no había un gran nivel), quedando quinto con un tiempo de 37min 31seg y el décimo cuarto de la general, con un tiempo medio de 4min 5seg el kilómetro, lo que, viendo el ritmo de salida no está nada mal.