Continuamos nuestro recorrido por el valle Aït Bouguemez (atlas marroquí). En la etapa anterior llegamos a Zawyat Oulmzi procedentes de Iskattafene. Zawyat Oulmzi es una aldea situada en el fondo del valle a 2.000 metros de altitud. Nos hospedamos en la gîte Zawyat Oulmzi Chez, conocida popularmente como El castillo.
A la mañana siguiente nos preparamos para afrontar una jornada hasta R'bat (1.950 m) por un recorrido de alta montaña.
La ruta transcurre por un camino de mulas; cruzamos parajes con grandes contrastes de color, desde valles verdes a montañas de colores rojizos. A partir de los 1.600 metros, la vegetación predominante está formada por grandes cedros y sabinas, algunos de éstos ejemplares son prácticamente milenarios. A medida que tomamos altura empezamos a ver el valle desde otra perspectiva. Delante nuestro divisamos, a lo lejos, el lago estacional de Izourar que visitamos la tarde anterior.
Lago Izourar
La primera parte de esta ruta es la que presenta un mayor desnivel. Esto es así, ya que el objetivo es llegar a la zona más alta de las montañas que rodean el valle Aït Bouguemez. Durante este primer tramo suele haber muchas rocas con fósiles de pequeños moluscos.Además, también nos sorprendió encontrar dibujos "esculpidos" sobre las rocas, seguramente realizados por los bereberes nómadas de esta zona.
Tras llegar a la zona más elevada, el camino va descendiendo de forma progresiva en dirección R'bat.
Nos encontramos en el Atlas Medio, un enorme macizo montañoso compacto formado por calizas jurásicas. Avanzamos por un un paisaje rocoso de montañas rojas y peladas, con vegetación baja. donde predomina una planta en forma de almohada muy espinosa conocida como cojín de monja o asiento de pastor (Erinacea anthyllis) que crece entre los 1.600 y 2.500 metros de altitud. Esta planta forma una mata densa, almohadillada, con multitud de ramas entrecruzadas que terminan en una espina punzante.
Cojín de monja
En medio de la nada encontramos una pequeña casa habitada por una familia bereber. Durante esta ruta solamente encontramos una pequeña fuente-cueva.Fuente-cueva
Paramos a comer en medio de la nada. El paisaje es grandioso y espectacular. Tras recuperar fuerzas continuamos el camino hacia R'bat. A media que bajamos el paisaje vuelve a cambíar. Las plantas y arbustos bajos van cediendo paso a los cedros y sabinas.
Antes de llegar nos sorprendió una breve tormenta de verano que refrescó el ambiente por unos momentos. Finalmente llegamos a la aldea de R'bat. Aquí pasamos la noche en la casa de uno de los muleros que nos acompañaron durante este viaje.
R'bat
Los colores de la aventura
Terminamos con el álbum de fotos de esta gran ruta por el atlas medio marroquí.