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Dead Man - 1995

Publicado el 10 junio 2019 por Jimmy Fdz
Dead Man - 1995
Director: Jim Jarmusch
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No había visto "Dead Man" y resulta que el otro día la estaban dando por ahí, gratis para más remate. Fui a verla, claro. Me gustó. Me gustó a pesar de ciertas cosas. Me gustó el viaje, aunque, espero no contradecirme, el fuerte de esta película, decididamente surrealista y en cierta forma anárquica (es decir, que puede hacer lo que se le dé la gana, como por ejemplo olvidarse de ciertas tramas o personajes, o incluir otros distintos a gusto), no se encuentra en su segunda parte, de corte más bien esotérico o místico, sino en la primera parte, que en comparación podría hasta considerarse una película realista. El asunto comienza con Johnny Depp llegando a uno de esos pueblos de mierda que nacen en torno a la explosión de algún tipo de actividad, en este caso el carbón (si mal no recuerdo), sin otro motivo que trabajar como contable para Robert Mitchum (aunque en el tren, un antológico Crispin Glover se le mete bajo la piel, desnudando sus aparentes verdaderos motivos), pero por razones que no vienen al caso no obtiene el trabajo y, así las cosas, como todo hijo de vecino sin pan ni pedazo, se dedica a vagar, a beber y a fornicar. Desde luego, Jarmusch deconstruye las claves del western para construir un artefacto completamente único y extraño, fiel a su estilo, humano y absurdo a la vez, de autor y de género, potenciado con una atmósfera realmente fascinante (el pistolero enamorado de corazón roto que interpreta Gabriel Byrne me cautivó), de esta forma Depp se mete en un problema típico del viejo oeste, con cazadores de recompensas, indios, paisajes desolados y balas hiriendo cuanta cosa se cruce en su camino, etc., pero todo bajo la sugerente y oblicua óptica de Jarmusch (por cierto, cinematografía del gran Robby Müller), quien, para qué estamos con cosas, siempre ha sido un cineasta que, si bien posee una magnífica mirada para captar y retratar y expresar la cotidianidad o intimidad de las personas y lugares, también es un genio para adentrarse en las realidades que subyacen a la realidad común, para sumergirse en esos espacios en donde imperan otras leyes o sensaciones acaso más etéreas, ciertamente inefables e inasibles. En ese sentido, "Dead Man" debería ser la película más maldita y condenadamente coherente de la semana o del mes, y desde ese punto de vista se entiende a la perfección, pero en términos de relato, la segunda parte, cuyo límite me cuesta un poco discernir, me parece difusa o dispersa, olvidado ya el motivo inicial (lo que no me molesta realmente, de hecho no me molesta nada), lo cual hace, simplemente, que el visionado pierda potencia o interés, cierta unidad dramática, con episodios mejores logrados que otros, pero apenas sutilmente hilvanados y ya sin gran capacidad de sorpresa o impacto, pues el paseíto por los confines de la vida o la muerte había mostrado todas sus cartas varios turnos atrás.Como sea, ya he dicho que la película me ha gustado y que la disfruté, de inicio a fin, es sólo que Jarmusch las tiene mejores, más redondas, y con ellas vive mi entusiasmo y cariño por su cine.
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