¿Quién no ha visto alguna vez la película LOS TRAMPOSOS, con Tony Leblanc y Concha Velasco? En esa película aparece con detalle el conocido timo de la estampita, uno de esos timos clásicos donde el estafado, al menos según mi parecer, merece el castigo de haber sido engañado. Al fin y al cabo se está aprovechando (supuestamente) del estafador, con lo cual, ¿qué mejor castigo que el hecho de que todo salga al revés y sea el estafador quien se aproveche de él? La película es de 1959, pero sigue vigente, la España que retrata aún existe, o por lo menos esos que no dudan en caer en la trampa pensando que se están aprovechando del otro. El timo de la estampita tiene muchas variantes, y la más actual está relacionada con el mercado inmobiliario… pero no hace falta llegar a comprar ningún inmueble. Ahora el timo de la estampita es el DEAL REAL.
Deal Real, actual timo de la estampita
Hace poco la Guardia Civil detuvo en plena faena a unos estafadores en Peñíscola (Castellón). La estafa Deal Real que estaban cometiendo consistía en empezar diciendo que son inversores extranjeros que quieren hacer importantes inversiones en España, pero lo que les plantean a las víctimas es un simple cambio de moneda en efectivo. Dicen que es dinero negro que necesitan poner en circulación para las inversiones previstas y necesitan cambiarlo por billetes más pequeños. Ofrecen al incauto un veinte por ciento de comisión.
DEAL REAL, el renovado timo de la estampita
El procedimiento es muy simple, el estafador cuenta su dinero en presencia de la víctima y lo mete en un cajón. A ese cajón tiene acceso desde el interior (es un mueble camuflado) un cómplice del estafador que le da el cambiazo a los paquetes, dejando tan solo dos billetes auténticos en cada paquete, el primero y el último. El resto de billetes son falsos. El primero los vuelve a sacar del cajón, ya cambiados, los mete en un maletín y procede a entregárselos al incauto que, a cambio, le entrega dinero de curso legal por un importe un veinte por ciento inferior, creyendo haber hecho un gran negocio. La sorpresa vendrá cuando descubra que el dinero es falso, pero al fin y al cabo estaba participando, a sabiendas, en un intercambio ilegal, recordemos que la oferta era cambiar dinero negro. En definitiva, que puede que el castigo, como en la película de Los tramposos, lo tuviera bien merecido.
Lo que resulta curioso es que todavía a estas alturas la gente siga cayendo en este tipo de timos, aunque ya he hablado muchas veces en este blog del timo nigeriano y de sus múltiples variantes, y tampoco deja de sorprender que la cosa funcione.
Como decía mi abuela: «Nadie da duros a cuatro pesetas».
Ramón Cerdá
Deal Real, o cuando el estafado merece serlo was last modified: junio 5th, 2015 by Ramón Cerdá