Dejo aquí un buen ejemplo de cómo la TDT Party (los canales de televisión digital terrestre, en manos de todo el arco de la extrema derecha, de la liberal-corrupta a la nacional-católica) va construyendo hegemonía. El lenguaje y las formas son de aniquilamiento del otro (en los intermedios suele ser aún peor), de desprecio e intentos de linchamiento a cualquier discrepancia. No aparece aquí (lo cual ustedes agradecerán, pues el programa duró más de dos horas), insultos a Venezuela, a la Universidad pública, a la izquierda ciudadana y política, al derecho de huelga, al derecho de manifestación, a los sindicatos… Un momento interesante fue cuando afirmé que presentarse a las elecciones con un programa e incumplirlo cabalmente, esto es, mentir a la ciudadanía, genera derechos de resistencia frente a las mentiras. Ahí volvió a empezar la guerra civil. Y es que hay una parte de este país llamado reino de España que sólo juega a la democracia si ganan. Bien preocupante…