Debate (I): Prensa en papel
Debate (II): Presente digital
Debate (III): Televisión y radio
Debate (IV): Modelo de negocio
Debate (V): Google, el SEO y los clicks
Tras la famosa polémica sobre el #gratisnotrabajo, los textos del periodista David Jiménez y el cierre de Público, entre otros medios de relevancia nacional, el debate sobre el futuro del periodismo, los culpables de la muerte del papel y cómo se reconfigurará el negocio en la próxima década están ocupando cada vez mayor espacio.
Calidad, becarios, editores avariciosos, periodistas “jóvenes” que no saben trabajar, la irrupción de Twitter, la inmediatez frente a la reflexión… Cada uno cree saber por qué el periodismo está en un estado muy grave. Pero donde menos veo incidir es en el papel de los lectores, usuarios o visitantes, que cada uno les llame como quiera.
Miércoles por la mañana. No se trata de un miércoles especialmente cargado de información, pero está la intervención de Mariano Rajoy en el Congreso, el asunto de los gastos farmacéuticos y un colapso en la gestión de la Universidad Complutense... Es decir, temas que presuntamente importan a la sociedad, hay. Echando un ojo a la noticia más leída en ‘elmundo.es’ se trata de la novia del jugador del Real Madrid Khedira.
¿Eso es lo que más interesa? SÍ. Dejemos de ser hipócritas, cínicos y amantes de Radio 3 y los documentales de La2. El nivel social y cultural de la gente ha menguado. Los intereses son otros. ¿Las causas? Supongo que muchas, pero los medios no son los únicos responsables. En este caso tenemos un amplio abanico de textos, editoriales, noticias y artículos, y la gente ha preferido muy mayoritariamente que le interesa la exquisita mujer del futbolista alemán.
Ahora planteo una pregunta, ¿le sale rentable a ‘elmundo.es’ mandar un redactor a Egipto para cubrir el proceso electoral?
Como todos sabemos, y no vale hacerse el hipócrita, el periodismo es un negocio. Sí, cumple una función social y bla, bla, bla, pero es un negocio, y como tal debe atender a unos intereses comerciales y económicos que se resuelven con la publicidad. Y esa publicidad se ingresa a base de clicks, visitas y enlaces.
Luego, vuelvo a plantear la pregunta, ¿si soy editor de esta diaro, qué me sale más rentable sabiendo los gustos de la gente?
Personalmente ya he dejado de tragarme eso de que la audiencia reclama buenos contenidos, que si los medios ofreciesen textos de calidad los leerían… Que nadie se lleve a engaño. Llevo más de un año controlando el tráfico de un diario digital. Sí, pequeñito y en parte especializado en un área temática. Pero la realidad es que da lo mismo lo que hablemos sobre el Gobierno, la crisis y su situación. Da lo mismo que sea bueno o malo, que asistamos a congresos, hagamos coberturas especiales o lo que sea. Lo que la gente más lee es cuando escribimos en el suplemento de deportes sobre Cristiano Ronaldo.
No voy a defender más a los lectores de este país. La información no interesa. No niego que el periodismo esté aquejado de otros muchos males. Que exista una preocupante precariedad laboral, que los intereses comerciales se hayan antepuesto a los periodísticos… ¿Pero alguien le ha obligado al lector a informarse sobre esta señora esposa de un jugador de fútbol? No. Cada lector, en su casa, su smartphone, tablet, o lo que sea, ha preferido informarse sobre eso antes que sobre los demás temas.