Revista Opinión

Debemos comprender a la esposa de Job

Publicado el 10 julio 2019 por Carlosgu82

Debemos comprender a la esposa de Job

En todo el libro no existe palabra de reprensión en contra de la mujer o llamándole al arrepentimiento, todo lo contrario sino que en lugar de quitarle la esposa a Job, le dejo esta mujer y al final del libro con la misma señora, Job obtiene el doble de hijos.

Cuando Dios reprocho al final del libro, las persona que actuaron mal contra Job, se refirió a los amigos y no hay palabra de reprensión en contra de esta mujer, porque esta mujer había perdido 10 hijos en un solo día, ella ya no era el ejemplo que el pueblo seguía, él era un guiñapo humano y si su esposo está sufriendo, toda la sociedad lo despreciaría y no le quedaba a esta mujer nada, al ver esta mujer, ella prefirió que Dios se lo llevara

Job 2: 11-13 llegaron los amigos, estos tres hombres que tenías sus cualidades y virtudes pero fungieron como los jueces de Job sin tomar en cuenta la opinión de Dios, que es la más importante.

La mujer, pierde a sus hijos e hijas. Aquellos a los que amamantó, acompañó y sobre los que puso todos sus sueños. Su marido, ese compañero con el que ha compartido su vida, esta pasando por una enfermedad en la que los indicadores señalan a un diagnóstico terrible: es terminal. Además, sus bienes desaparecen de la noche a la mañana. ¿Cómo reaccionaríamos ante una experiencia así?

Ella no entiende la actitud de su marido. Es comprensible, muy comprensible. La teología de su marido entiende a Dios como un Ser que lleva a los seres humanos al más hondo de los sufrimientos, sin encontrar en ello una razón clara que lo explique –simplemente hay que atender a todas las reflexiones que Job hace en la conversación que sostiene con sus amigos-, simplemente afirma su soberanía sobre la existencia de los seres humanos.

Ante esa teología, ella, se rebela. “¿Aún retienes tu integridad [teológica]? Maldice a Dios –ese Dios que, según tú, nos ha introducido en el más profundo de los sufrimientos- y muérete – acaba con tus sufrimientos y los míos, no vale la pena vivir así-“ (Job 2:9). ¿No es comprensible su reacción..?

Ahora bien, ¿cómo responde Job al dolor de su esposa..?

Cuestionando la mala fama de la mujer sin nombre

La respuesta de Job hacia su esposa es insultante y descalificadora. No la entiende. No quiere comprenderla, porque de hacerlo destruiría su propia comprensión de Dios. En ese preciso momento, Job, reacciona a la manera del cuestionamiento que sus amigos van a hacer de su existencia en la parte central de la narración.

La respuesta de Job a su esposa es terrible: “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado” (Job 2:10). A los ojos de Job, su mujer es falta de razón o de entendimiento. La mujer sin nombre, no entiende la teología de su marido. Una teología que hace a Dios absoluto responsable de la muerte de sus hijos e hijas, de la pérdida de toda su hacienda y de su enfermedad terminal. Y lo acepta sin cuestionamientos, de momento.

Job no pecó, ya que en ningún momento cuestionó su teología. Él interpretó su dramática experiencia desde la despótica voluntad del Dios en quién creía. Dios tiene derecho a todo, aunque a costa de la vida de los que le sirven.


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