¿Debemos estudiar algo que no queremos para poder trabajar?

El otro día me despertaba con otra nueva perla de uno de los miembros del PP-Team (denomino así al grupo de políticos que cada vez que hacen una declaración en televisión provocan de forma automática la crispación del ciudadano que intenta ver el telediario comiendo tranquilamente en casa).
Esta vez le tocó al ministro de Educación, si el famoso Wert, que creo que va ganando por mayoría en el ranking de “provocar huelgas”, lanzar la frase del día: “los alumnos universitarios no deberían estudiar lo que les apetece sino que deberían pensar en términos de su posible empleabilidad”. El discurso fue avanzando y terminó indicando “algo estará fallando si sólo una minoría entre los titulados lo son en disciplinas científicas”. Este último detalle es bastante curioso puesto que el ministro está licenciado en Derecho (que a mi parecer de disciplina científica tiene bastante poquito).
Está claro que a todo padre le gustaría que su hijo/a estudiara una Ingeniería u otra profesión de las que menos paro poseen. Pero si ya de por sí es dura la universidad, ponte una serie de años a estudiar algo que no te gusta y el resultado más que probable será el abandono de esa carrera a los pocos años de comenzarla con lo cual habrás perdido un tiempo precioso que podías haber aprovechado en otra carrera que si te gustara.
Tú dile a un joven que estudie una carrera para obtener un empleo en un sector que no le gusta, y que va a tener que pasar el resto de su vida ejerciendo esa profesión ¿Usted se imagina a un amante de los animales rechazando estudiar Veterinaria para estudiar Ingeniería Informática? ¿Usted se imagina a esa persona levantándose todos los días y estando 8 horas y medias (lo del número de horas laborales en España lo trataré en otro artículo) delante de un ordenador  odiando ese trabajo? ¿Sabe cuál será el resultado? Pruebe a hacer cualquier cosa que no le guste y obtendrá la respuesta.
Bastante difícil es actualmente para un titulado haberse pasado muchos años de su vida estudiando y “puteado” para sacarse una carrera y terminar buscando trabajo de cajero en centros comerciales o diversos empleos temporales o en otro sector que no es el suyo en el mejor de los casos, para encima obligarle a pasar dichos años de su vida estudiando algo que no le gusta.
¿Se imaginan ustedes a esta clase política que se ha habituado a ganar dinero a manos llenas sin hacer nada, apropiándose del dinero de las clases trabajadoras trabajando en algo que no fuera política o como asesor? ¿Le gustaría al ministro Wert trabajar en el campo en la recolección de la aceituna? La respuesta es no, así que ministro, dedíquese a mejorar el sistema educativo español (o al menos a no destruirlo más) y guarde sus consejos para otros,  porque los estudiantes españoles han demostrado que no los necesitan y tampoco los quieren.
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