Los zapatos inadecuados durante el verano pueden traer consecuencias. En el verano acostumbramos a llevar un calzado inadecuado, basado en chanclas, sandalias planas, etc. Y aunque no lo parezca esto puede tener consecuencias negativas para nuestros pies. Los problemas más habituales son los dolores en la planta del pie, las uñas y el tobillo. De hecho, un 75% de las patologías están relacionadas con el caminar descalzo o el mal uso de las chancletas y los zuecos.
Preparar los pies
Antes de utilizar zapato cerrado debemos preparar nuestros pies para el otoño. Para ello, debemos eliminar el exceso de piel muerta e hidratar los talones y las plantas de los pies. Puedes ayudarte con una piedra antidurezas y una buena crema hidratante. Además, es muy importante revisar el estado del calzado de invierno y sobre todo las plantillas de su interior, ya que pueden estar gastadas de tanto uso o oler mal por culpa del tiempo que han estado dentro, etc.
En verano al estar en contacto con el agua y utilizar zapatos descubiertos, nuestros pies sufren deshidratación y uñas despuntadas o rotas.
Consejos
Utiliza calcetines de fibras naturas que permitan una correcta transpiración del pie y no aprieten a la parte alta. Gracias a esto evitarás ampollas, sequedades y problemas circulatorios.
Si quieres comprar calzado nuevo de invierno evita que sea demasiado estrecho o probártelos con calcetines demasiado gruesos.
Si te duele la planta del pie te aconsejamos que nos llames o nos envíes un whatsapp y te recomendaremos la plantilla que necesites para evitar este dolor.
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Fuente de la imagen: rtve
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