Revista Diario

Deberes, ¿a favor o en contra?

Por Belen
Deberes, ¿a favor o en contra? Comenzado el curso sale a debate uno de los temas escolares más candentes de los últimos tiempos, los deberes. En un momento donde la educación está en el punto de mira, este es un tema peliagudo y con muchos puntos de vista. 
Por supuesto en el círculo de padres y madres que me muevo era de esperar que el tema surgiera una vez llegado octubre, que ha sido cuando las clases han incorporado una rutina más regular. Yo ya venía oyendo campanas desde el año pasado donde varias amigas con hijos algo mayores que el mío me contaban el sufrimiento (literal) que suponía la semana por la enorme carga de deberes que sus hijos traían a casa. Y os estoy hablando de niños que se encontraban en 1º de Educación Primaria. Yo me llevaba las manos a la cabeza porque me hablaban de deberes, exámenes, preguntas de verdadero y falso, globales..... ¡Pero si eso lo hacía yo en la Universidad! El tema me extrañaba más aún cuando hablaba con otras mamás que llevaban a sus hijos a diferentes colegios y me contaban una película totalmente diferente: ausencia de deberes, recomendaciones para los padres actuar en casa (favorecer la lectura de cuentos cada día, jugar a contar, a sumar matrículas,....) y en todo caso alguna tareíta tipo ficha para el fin de semana, pero nada que llevara más de quince o veinte minutos. 
¿Cómo podía haber tanta disparidad? Los niños de los colegios con deberes entonces, ¿acababan con mayores conocimientos?, ¿sacaban mejores notas?, ¿eran los más listos? Pues yo creo que no. Al final el objetivo final al finalizar el primer curso de Primaria es que los niños acaben de dominar la lecto-escritura, sumen, resten y comiencen estas operaciones con llevadas. Por supuesto se incluyen asignaturas como conocimiento del medio donde se pretende introducir al alumno de cara a cursos superiores. En inglés... pues hasta donde yo sé el mejor método es en el que se habla mucho y se escucha mucho también. 
La niña que no hacía deberes adquirió los conocimientos al igual que el niño que tenía todas las tardes una importante carga de tareas. ¿Dónde está la diferencia? La niña sin deberes habituales pudo jugar por las tardes en el parque, pudo ir a natación, pudo ir a una clase de inglés divertida (como la que yo hago ahora con Rayo y sus amigos, de la cual ya os contaré) y pudo hasta aburrirse. El niño con muchos deberes hizo casi todas las tardes ..... deberes. 
¿Cuántas horas deben los niños dedicar al aprendizaje en el colegio? Rayo va al colegio cinco horas de lunes a viernes, yo creo que para un niño de 6 años no está mal. Tienen su horario con las materias bien repartidas, donde trabajan, juegan, aprenden, todo mezclado, como debe ser. Llega a casa, come y los días que tiene alguna actividad extraescolar acude a ella sin cansancio, contento. Hay días que incluso podemos compaginarla con un ratito de parque. Y hasta tenemos tardes donde se dedica exclusivamente al juego con los amigos. Mi hijo en sus extraescolares aprende: música e inglés. Y en ambas siguen un método orientado al juego, sin presionar al alumno, donde se pretende conseguir que la diversión sea el vehículo hacia el aprendizaje.
Rayo acaba un día cualquiera cansado y contento, feliz por lo hecho en el día y con ganas de que llegue el siguiente. ¿Realmente tendría sentido sustituir una tarde en el parque por dos fichas de escritura, una de sumas y otra de restas? ¿Creéis que a base de repetir una y otra vez esto lo aprenderán mejor? 
Mi hijo aprendió a sumar y restar el curso pasado, no estaba en los objetivos del curso pero sucedió. Siempre ha sido un niño curioso, preguntaba y preguntaba, se le enseñó, comprendió el mecanismo de la suma y de la resta y ¡voilá! no hizo falta muchas repeticiones más. Tenemos una pizarra en el salón donde íbamos apuntando números que se nos ocurrían o números que nos "apetecía" sumar ... o restar y él según pasaba junto a su pizarra realizaba las operaciones. ¿Deberes? En absoluto, era un juego, nuestro juego. Si no escribíamos nosotros los números él se inventaba las sumas y realizaba las operaciones. Eso no son deberes, porque además la profesora no les enviaba tarea. Eso era porque le apetecía, sin más. 
Lo mismo sucedió con la lectura. Aprendió a leer muy pronto, por pura curiosidad. Desde muy chiquitín le leíamos cuentos, a medida que fue creciendo se fue interesando por saber cuál era cada letra.... cómo se decía cada sílaba .... cómo se leía cada palabra. Y comenzó a leer. Cada noche se va a su cuarto un ratito antes y se tumba a leer un cuento. ¿Deberes? En absoluto, yo a eso lo llamo disfrute. Lógicamente si llegara el profesor de turno y "obligara" a mi hijo a leer tres páginas de un mal llamado "libro de lectura" me reiría en su cara. 
Entonces, ¿a favor o en contra de los deberes? Me parece que el tiempo dedicado en los colegios es suficiente para garantizar la adquisición de los objetivos, al menos en estos primeros cursos de Primaria. Ni que decir tiene que en Educación Infantil, de 3 a 6 años, me parece del todo inadecuado, no por nada, sino porque no creo que sea necesario para mejorar su aprendizaje. 
Hay opiniones para todos los gustos: padres que se quejan de los muchos deberes que llevan sus hijos a casa y por supuesto padres que creen que sus hijos no llevan los suficientes.... El viernes sin ir más lejos una mamá me dijo que ella tenía que "reforzar" (horrible palabra) a la niña en casa con deberes porque en el cole no la mandaban y estaba disgustada por este motivo. ¿Realmente esa niña necesita refuerzo? Y en cualquier caso, si en casa empleáis un tiempo en familia para que la niña lea o escriba o realice cualquier otra tarea, ¿es algo malo? 
Estoy en contra de los deberes diarios donde los niños hacen tareas repetitivas sin sentido y con el único fin de ser corregidos. Estoy en contra de quitar tiempo de juego por las tardes a los niños de 6 y 7 años. Estoy en contra de hablar de hábito de estudio en niños de educación infantil. No me gusta que se piense que un colegio que pone deberes es mejor que otro que no los pone. 
Creo que en el curso que Rayo hace, 1º de Primaria, no es necesario que los niños trabajen más allá de las horas escolares. Y, si se hace algo, todo debe ir enfocado al juego, a las actividades en familia o con amigos y al aprendizaje colaborativo
Rayo no hace deberes, trae alguna fichita los viernes que se ventila en cinco minutos y que para él no tiene mucho sentido. Pero me habla de lo que hace en clase, de sus trabajos, de sus cuadernos, de las cosas interesantes de "Cono" o de cómo habla en inglés con el profe. Creo que es más que suficiente.
Y vosotros, ¿consideráis necesario que los niños hagan deberes?, ¿pensáis que ello reforzará y/o mejorará su aprendizaje? Y la pregunta más peliaguda, ¿pensáis que los deberes determinará un mayor éxito escolar? El debate está servido.

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