No hace mucho leí a través de Facebook un delicioso escrito cuyo autor era un profesor de secundaria italiano. En él, asignaba a sus alumnos unos deberes de verano a los que no estamos acostumbrados...
Mi posición personal como maestra es bastante contraria a los deberes sistemáticos y repetitivos. Además, es un tema que me sensibiliza aun más ahora que me he enterado que en la escuela de mi hija -que no elegimos como preferente en nuestra preinscripción, dicho sea de paso- los deberes son prácticamente diarios en la etapa de primaria. De hecho, es uno de los motivos por los que nos estamos planteando el cambio de escuela, aunque no es algo que de entrada se presente nada fácil, por la disponibilidad de centros y plazas en el barrio donde vivimos.
Podría dar una larga lista de argumentos en contra de los deberes escolares, especialmente aquéllos que se dirigen a los alumnos más pequeños, en la etapa de primaria, que es la que yo más conozco. Pienso que, por ejemplo, existen mejores y más vívidas formas para trabajar la responsabilidad -en casa, en familia, con los amigos- y ha quedado demostrado que los niños que tienen más deberes no necesariamente son los que mejores calificaciones obtienen en sus estudios -o como hoy se dice, no son los más competentes-. Nuevamente, Finlandia nos aventaja en este tema. Sus escuelas no sólo abren menos horas lectivas que las nuestras, sino que en su gran mayoría no asignan deberes sistemáticos semanales a sus alumnos. Ya sabes -porque en todos los sitios se comenta- que Finlandia ostenta el primer puesto en el dichoso Informe Pisa sobre competencia escolar.
Existen, eso sí, asignaciones -no me gusta utilizar la palabra "deberes" para este tipo de tareas- que considero útiles y recomendables para todos los niños y niñas en edad escolar.
Así que hoy voy a ponerme la bata de maestra y me la voy a arremangar para escribir mi propia lista de asignaciones veraniegas, inspirada por el tono y el fondo de ese original profesor.
1. Colecciona conchas de playa y guijarros de río. Pueden ser también piedras extrañas, o monedas de países lejanos. Puedes contarlas, sumarlas, restarlas, inventarte juegos con ellas, como el tres en raya. Mejor si lo juegas en compañía.
2. Esfuérzate por utilizar cada día una palabra nueva o que no suelas utilizar mucho. Juega con tus hermanos o amigos a hacer frases divertidas con ellas.
3. No pierdas la oportunidad de acompañar a tus padres en un día de mercado: puedes ayudarles a hacer la lista de la compra, a comparar precios, hacer aproximaciones de peso, e incluso de encargarte de llevar un pequeño presupuesto de lo que pensáis gastar.
4. Prueba nuevos sabores de helados, de frutas, de ensaladas... Cuenta los colores que conforman tu plato. Haz competiciones con tus padres, amigos y conocidos. ¡Gana quien coma más colores diferentes en el menu!5. Pasea cerca de un río o a la orilla del mar. Mejor si es a primera hora del día o al atardecer. Observa tu alrededor, huele las esencias que desprende la naturaleza y captúralas en tu memoria como parte de tu álbum de recuerdos este verano.
6. Atrévete a hacer nuevos amigos: utiliza esas palabrillas y expresiones en inglés que has aprendido este curso para presentarte a un niño o niña de otro país, decir lo que te gusta, preguntar lo que les gusta a ellos... Puedes también escribir una postal en inglés a tu profesor o profesora y enviársela a la escuela: ¡verás con qué sonrisa te recibe en Septiembre!7. Lee y lee sin parar. Ve a la biblioteca o a una librería, paséate sin prisa por sus estantes y elige un libro que te motive, que te lance a explorar territorios nuevos. Intercambia lectura con tus amigos, organizar encuentros para comentarlas. 8. Imagina nuevos retos, nuevos proyectos... Atrévete a soñar. Escribe tus sueños en un diario y guárdalo para releerlo en tus veranos del futuro.9. Crea un álbum de fotos y tesoros de tus vacaciones. Recréate y atrévete con su diseño: añade tus comentarios, tickets de entradas a espectáculos o parques de atracciones, cartas, pequeños papelitos con mensajes de amigos nuevos, sellos de otros lugares, y fotos hechas por ti mism@. 10. Escoge una banda sonora para tu verano: ¿cuál sería la canción ideal para ese paseo por la playa? ¿Y para esa tarde en el parque acuático? ¿y para esa siesta laaaaaarga? ¿y para esa nueva amistad? Lleva esa banda sonora contigo durante el año y escúchala con frecuencia.
Yo quiero añadir una asignación más para ti, lector o lectora de Sendas. Se trata de una lectura, la de la edición veraniega de la revista Blogirls 2.0, en la que he tenido la suerte y el honor de volver a participar con el artículo Desconéctate para Conectarte. Es una lectura refrescante e inspiradora para tus días veraniegos que no puedes perderte. Encontrarás recetas, consejos de salud, manualidades, consejos de fotografía, de belleza...
Puedes leerla de forma digital aquí:
¡Disfruta del verano! ¡Nos vemos por aquí!