¿Debería existir ropa sin género?

Hace poco vi una imagen que me dejó bastante sorprendida. Era una bola del mundo, tal cual es, y otra en color rosa. Mismo tamaño, misma temática, solo que diferente color. Inmediatamente, todos los que, por supuesto, se consideran tolerantes, empezaron a criticar la foto.

Pero obviaron un matiz, más bien EL MATIZ. En ninguna parte aparecía que la bola rosa fuese para niñas o mujeres y la azul para niños u hombres. OMG!! ¿Qué pasó? ¿Por qué criticaban tanto, entonces? Pues porque los tolerantes asociaron inconscientemente los colores a los géneros. Y es lo mismo que ocurre con la ropa... ¿ Debería existir ropa sin género para erradicar esa asociación?.

Muchos adultos tenemos ya un estereotipo sobre cómo deben vestir los niños y cómo deben hacerlo las niñas. Y el que diga que no, ¡miente!, o... ¿acaso habéis visto un bebé o niño pequeño con un vestido? No, ¿verdad? Pues eso, miente.

Y no hay más que ir a cualquier tienda donde se ve clarísimamente cual es la zona de niñas por la abundancia de color rosa, purpurina, brillos y vestidos y la de niños por el azul y las sudaderas con capucha.

El tema de la igualdad de género está muy bien, aunque yo considero que hombres y mujeres somos diferentes y no hay nada de malo en ello ( eso sí, merecemos los mismos derechos).

Por lo que, si somos diferentes... ¿por qué se pretende que vayamos igual vestidos, que haya ropa sin género? y no hablamos del color sino de prendas. Y es que la ropa se diseña (normalmente, porque hay prendas que a ver quién va cómodo con ellas) en función a los cuerpos, a la fisionomía. Y la moda y los parámetros estéticos es una cuestión puramente cultural. Asi que es ridículo que se pretenda que se haga ropa sin género porque tenemos géneros distintos: el pecho, forma de cadera, forma de culo, los genitales... y una cultura determinada.

Una cosa muy diferente es que si tu hijo quiere un pijama de Peppa Pig se lo compres o si tu hija quiere ir de Superman hagas lo propio, pero de ahí a que haya ropa sin género... hay un trecho. Además, los niños no están psicológicamente fuertes ni tienen una gran personalidad para soportar las críticas de los demás niños y al final son los que sufren.

Vivimos en sociedad y tenemos una cultura y, como tal, tenemos que adaptarnos a ella e irla mejorando poco a poco. ¡Dejémos de volver excéntricos a los niños! Otra cosa es que ellos, por decisión propia, quieran salirse de lo establecido y vestir con ropa asociada a otro género por gusto o cambio de identidad de género. En ese caso hay que apoyarles sí o sí. Pero una cosa es apoyarles y otra muy distinta enseñarles desde un principio a que pueden escoger cualquier cosa, de manera anárquica.