De sobra es sabido que Zidane quiere para la próxima temporada en sus filas al jugador francés Paul Pogba. Zizou, quiere que sea pieza primordial para reconstruir el maltrecho centro del campo madridista, como ha quedado patente esta temporada. Con un Kroos, (que a propios y a extraños ha sorprendido la reciente renovación) y que ha dado muestras de una apatía tremenda, de falta de un despliegue físico alarmante, unido a una falta de riesgo en la toma de decisiones escandaloso para un jugador de su técnica. Con un Modric, que cumple en septiembre 34 años, y con un Isco, que las labores de interior le han venido siempre demasiado grandes, es la hora de un jugador como Pogba.
Pogba es un jugador fantástico, con apenas 20 años ya era toda una estrella en toda una Juventus de Turín, formando en el medio del campo una colección formidable de jugadores (Marchisio, Vidal, Pirlo y el propio pogba), ganaron 4 ligas, le plantaron cara al gran Barcelona de Luis Enrique en la final de Champions del 2015 en Berlín. Además a nivel individual ganó el trofeo bravo y el golden boy (máximos galardones individuales a nivel mundial que se otorgan en menores de 21 años) es decir con 23 años Paul Pogba estaba en la cima del fútbol. Su traspaso en el 2016 al Manchester United, procedente de la Juventus fue el más caro de la historia (unos 105 millones de euros), en ese momento.
En el Manchester United se ha encontrado con muchos problemas, divergencias con el entrenador, carácter indómito y extravagante en ocasiones fuera y dentro del campo, aún así en cuanto a cifras estadísticas tanto en goles como asistencias ha sido superior a la de su etapa juventina, pero si es verdad que no ha desplegado su fútbol constante de box to box mostrado en el conjunto bianconero, y con la selección francesa (recordemos que fue campeona del mundial del 2018 con Pogba como protagonista).
Excelso a nivel físico, recuperador constante de balón, con potencia y siempre bien colocado, daría al Real Madrid un plus de energía necesario a este medio del campo decaído y melancólico. Gracias a su 1,90 de estatura va bien en el juego aéreo y tiene suficiente calidad para crear juego o incluso regatear, también maneja un buen disparo de media distancia. Mi opinión es que el Madrid debería de ficharlo, no a cualquier precio claro, pero si es un jugador de nivel para equipo top y de alta cotización. Este fichaje debería venir acompañado de dos acompañantes más, uno podría ser el danés Eriksen y otro con perfil más mediocentro que podría ser Ndombele.