En la esquina más privilegiada de La Latina, justo frente a San Francisco El Grande, de espaldas al bullicio pero sin perder el ritmo, se coloca Debonair, un restaurante y coctelería que dará un giro a lo conocido en los días por el barrio. Debonair apuesta por una buena carta de raciones para compartir y por copas de calidad a buenos precios. Un nuevo punto de vista gastronómico para arrancar una grata experiencia en La Latina.
Elegante, cortés, de buen trato, amable. Todas son definiciones de la palabra Debonair, vocablo casi común en inglés y francés y que pretenden configurar el alma del restaurante. Para empezar, se ubica en un precioso edificio modernista del siglo XIX recientemente restaurado en el que además, se rodó la película La Comunidad de Álex de la Iglesia. El único reservado del bar está dedicado a esta referencia del cine español, con una mesa redonda ideal para cenas de grupos.
El espacio está dividido en dos, una parte más orientada al restaurante como tal y otra en la que apetece más una copa y un pincho, con mesas altas. La decoración es ecléctica, informal pero cuidada combinando elementos más modernos con detalles industriales y maderas. Además, cuentan con una planta baja para eventos y una exquisita terraza para disfrutar de las vistas a pie de calle de la Basílica.
En la carta, todo está pensado para picotear y compartir, porque en La Latina prima el salir con grupos de amigos e ir picando de aquí y de allá de bar en bar. Eso sí, si quieres tu risotto para tí y no aceptas cucharas ajenas, adelante. Las raciones se pueden pedir enteras o por medias, lo que amplía las posibilidades. Destacan las sardinas marinadas y las doce bravas (que son lo que no parecen. Cuando las ves, no te crees que sean patatas bravas de verdad pero lo son y bien ricas) como platos más de la casa, pero también tienen minihamburguesas, carpaccios, lasaña, croquetas, ensaladas, carnes (que vienen ya troceadas en el plato)… Una selección de cocina mediterránea en la que además, apuestan por el producto de calidad y de temporada. Sorprende mucho el Strawberry Cheesecake como postre, porque viene en copa y es bastante espectacular pero, como yo no soy amiga del alcohol en los dulces (mejor en copa, gracias) opte por una cúpula de chocolate que estaba muy rica. La evolución (a mejor) del coulant.
Y para cerrar la experiencia con buen sabor de boca, Debonair apuesta por la alta coctelería con un bartender especializado en combinados más clásicos como el mojito cubano o el dry martini,o en mezclas más sorprendentes como la Mulata de sabores (con ron oscuro, frutas naturales, zumo de lima y un toque de miel de frutas) o un Cosmopolitan con naranja flambeada. La carta también cuenta con una depurada selección de vinos y de destilados premium (que les llaman, a mi no me preguntéis que yo me quedo en el Tanqueray). Las copas también se pueden pedir por medias, cosa que a mi me gusta porque después de comer, un gin tonic entero igual no me apetece pero medio…
Le vienen bien los aires nuevos a La Latina, sobre todo si pretenden dar una oferta cuidada y sin pasarse de precio. Habrá que mantener Debonair en la agenda.
Los datos: Debonair. Carrera de San Francisco, 15. 915686845. Precio medio 25€. Precio cócteles: 7,5€ (los medios, 3,5€-4,5€) Horario: Abierto de miércoles a domingo de 13.00 a 2:30 (el restaurante y la terraza abren de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 00:00)
*Fotos de La Troupe Studio facilitadas por la organización