Aprovechando que Beatriz Díaz, nuestra soprano más internacional debuta este Jueves 9 de diciembre en el Teatro "La Maestranza" de Sevilla con La Bohème de Puccini compartiendo protagonismo con Ainhoa Arteta (que también comenzó como Musetta antes de ser Mimí), he aprovechado para lavarle un poco la cara al blog y hacerlo un poco más cómodo de leer, mientras rememoro su actuación de hace dos años en el "Carlo Felice" de Génova que dejo a continuación.
Las entradas llevan tiempo agotadas, incluso las últimas de taquilla, teniendo que añadir una octava representación para el sábado 18 de diciembre ante la gran demanda y expectación (14.000 localidades vendidas). Curiosamente a pocos kilómetros, en Córdoba, el jueves 16 actuará su profesora y cantante, la mezzo mierense Elena Pérez Herrero con los Rückert Lieder de Mahler y la Orquesta de Córdoba dirigida por nuestro común amigo el venezolano Manuel Hernández Silva, quien ya ha dirigido a ambas en un compromiso personal por llevar estas voces asturianas a su lugar de trabajo. Volviendo a Sevilla, tanto la producción del Covent Garden, como el reparto y la dirección de Pedro Halfter son merecedoras de éxito, y para Beatriz Díaz supondrá estar en primera fila dentro del primer reparto ya lista para futuros y prometedores proyectos.
Presentación de "La Bohéme"No voy a poder estar en ninguna de ellas aunque me consta que tendrá amigos y seguidores en esta ciudad tan operística (de Carmen al Barbero), y los envíos con "MUCHO CUCHO®" (Made in Asturias) no le faltarán. Tras la Adina en "L’elisir d’amore" de Donizetti en La Fenice, volverá precisamente en carnavales como Musetta, no sin antes pasar por Santa Cruz de Tenerife el 22 de diciembre para un recital lírico, y continuar por tierras italianas, donde es muy querida, admirada y apreciada desde hace años (no olvidemos que Riccardo Muti la ha llamado varias veces), con la Susanna de "Le nozze di Figaro" (Mozart), y mayo en el Teatro Verdi de Trieste con Lauretta ("Gianni Schicchi" de Puccini) y Monica ("La Médium" de Menotti).
La buena elección de repertorio, las ideas claras y un momento vocal excelente demuestran que el camino emprendido por Beatriz Díaz de Boo es imparable y el salto a América parece que está cerca, por lo que se nos hará muy difícil volver a escucharla en nuestra tierra, siempre por el "buen ojo" de los programadores y en tiempos de crisis económica que afecta sobremanera a la cultura (en Italia ya lo saben, Argentina también, y en Asturias como el resto de España comenzamos a comprobarlo). Pero siempre nos queda la satisfacción de seguir exportando talentos musicales, voces, violinistas y todo un plantel que, como siempre, deben emigrar para triunfar. La ceguera cultural no tiene cura.