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#Krzysztof Kieślowski #cine #DanielOlbrychski #MariaPakulnis #drama #romántica
La tercera entrega de esta serie se centra en el tercer mandamiento "Santificarás las fiestas" que sólo es un punto de partida para reflexionar sobre la familia y la infidelidad. Este capítulo se centra en un taxista que se marcha el día de nochebuena, cuando se supone que todo buen cristiano deber estar con su familia y respetar las tradiciones, a ayudar a una examante a encontrar a su marido con la escusa de que le han robado el taxi. Como en todo el cine de Kieslowski y, por supuesto en esta serie, todo el metraje está trufado de guiños (vemos al padre del primer decálogo salir del edificio), simbolismos, imágenes con un significado que va más allá de lo obvio (véase el cartel a la izquierda abajo), diálogos con mucha profundidad dramática y sutilezas que lo empapan todo con varias posibles lecturas. Este es un buen ejemplo de ello e invita al espectador a no perder ripio y buscar hasta en la escena más insospechada alguna pista que le indique lo que el director está intentando comunicar. Además hay una suerte de suspense en la historia que se cuenta, toda ambientada en una fría noche de invierno, con las calles nevadas, con un cierto tono onírico con el que vamos descubriendo información de los personajes y finalmente obtenemos una visión completa de lo sucedido previamente y sus consecuencias. No es sencillo, se mezclan sentimientos, situaciones conflictivas y más de una sorpresa. Un guión de quitarse el sombrero y una filmación hipnótica convierten este capítulo en una pequeña obra maestra.